Aunque los ataques de este monstruo se han registrado siempre en tierra, en rancherías, se le clasifica entre los monstruos aéreos porque de acuerdo a varios testigos, este ser tiene alas. Algunos ‘investigadores’ han determinado que este animal puede volar distancias superiores a los 200 kilómetros.
Pero, ¿qué es un Chupacabras?, ¿por qué se le llama así? Bueno, el origen de este mito surgió en Puerto Rico a mediados de 1992. Originalmente no se le conocía así, sino como “El vampiro de Moca”, pues las primeras fechorías de este monstruo se registraron en la población de Moca. De estos hechos, los diarios El Nuevo Día y El Vocero, informaron a la población sobre los ataques de un extraño ser que drenaba la sangre de sus víctimas (borregos, gallinas y animales pequeños).
Cuando este monstruo se popularizó, se le cambió el nombre a “Chupacabras”. Se le llamó de esta manera porque el monstruo atacaba mayoritariamente a las cabras y borregos. Una de las características principales de los embates de este animal es que sus víctimas aparecían sin una gota de sangre, con el cuerpo casi intacto y sólo con dos orificios en el cuello, detrás de la nuca o en el lomo.
Este extraño ser no se alimentaba de la carne de sus presas, lo que haría un perro, lobo o un depredador cualquiera. No había desgarre en la herida, se trataba de un orificio circular no mayor a los 10 cm. Si el Chupacabras fuera un animal cualquiera, supongamos un perro rabioso, un lobo, etc., el cuerpo presentaría varias heridas y manchas de sangre por doquier; en este caso no fue así.
Algunos de los animales que fueron agredidos por este monstruo permanecieron con vida durante algunas horas después del ataque, pero prefirieron sacrificarlos para no alargarles el sufrimiento. De ahí la rareza del caso, pues un animal no puede seguir consciente cuando se está desangrando. Cuando un hombre o animal está perdiendo sangre, lo primero que pasa es que entran en un sueño profundo (choque hipovolémico), para después morir.
Otro detalle que llama poderosamente la atención, es que las víctimas del Chupacabras se encuentran a escasos metros de distancia, sin dar señales de que intentaran escapar. Si ustedes han observado videos de la vida salvaje, cuando un depredador ya tiene a su presa, los demás huyen sin importarles dejar a su compañero a merced de la muerte.
Los ataques del Chupacabras son silenciosos, al grado de que los ganaderos no se percatan de que sus animales están siendo atacados. ¿Cómo logra pasar desapercibido y en algunos casos evadir trampas y perros guardianes? Es un misterio. Una de las hipótesis es que este monstruo es sumamente inteligente, y que usa un líquido nauseabundo producido por su cuerpo para adormecer a sus presas.
A pesar del gran número de reportes, las descripciones que se hacen del Chupacabras son variadas. Algunos lo definen como una especie de perro con dos colmillos grandes, ojos grandes que brillan en la oscuridad; otros lo describen como una especie de lagarto con crestas a lo largo del lomo, con garras en las patas y colmillos grandes; y unos más como un vampiro gigante.
Los primeros en realizar un estudio serio sobre el Chupacabras fueron el cineasta Joe Palermo y el investigador Marc Davenport en 1995, en la población de Canovanas, en Puerto Rico. Filmaron en 35 milímetros los cuerpos sin vida de borregos y gallinas que había atacado recientemente el extraño ser. Entrevistaron a testigos, autoridades y contactaron a una persona que supuestamente sabía dónde se escondía. A pesar de no encontrarlo, hallaron pelo, el cual fue analizado por el experto Irving Kornfield quien determinó que era de perro.
Ante la extrañeza del caso, algunos investigadores también se aventuraron a opinar que este monstruo es un extraterrestre, o bien, la mascota de uno de éstos. En este sentido no suena tan descabellada la idea, porque antes de que el hombre lograra viajar al espacio se utilizaban animales (perros) para las primeras pruebas.
Algunos perros (y humanos) no lograron regresar a la Tierra y se perdieron en el espacio. Estos casos son poco difundidos y no cuesta trabajo imaginarse que alguna civilización inteligente del universo logró rescatarlos. ¿Por qué no considerar esta posibilidad con el Chupacabras? Tal vez se trate de un perro espacial o algo semejante que de alguna forma logró llegar a nuestro mundo.
Sin duda la idea es muy atractiva pero poco probable; por dos hechos en sí: Primero, se entiende que los extraterrestres son diferentes a nosotros en muchas formas; un organismo proveniente del espacio no puede llegar así como si nada a respirar nuestra atmósfera, y no ser vulnerables a las bacterias que a nosotros no nos matan (ver o leer “La Guerra de los Mundos” de H.G. Wells); y segundo, en caso de existir el Chupacabras, no estamos hablando de uno solo, sino de varios. Se han reportado casos donde aparecían muertos al menos 15 borregos sin sangre. Imposible que un solo ser pueda drenar y almacenar 80 litros de sangre en su cuerpo.
Otro dato que han proporcionado los investigadores, es que este animal inyecta en sus víctimas un líquido que es capaz de desintegrar la carne y el hueso; esto no se ha comprobado, pero es de las leyendas que giran en torno a este animal.
La historia
El origen del mito se dio en el municipio de Canovanas en Puerto Rico. Este lugar se encuentra cerca del Radiotelescopio de Arecibo. De la noche a la mañana, rancherías comenzaron a reportar extrañas muertes en ovejas y cabras. Los animales presentaban una herida en el cuello y sus cuerpos aparecían sin una gota de sangre. En cinco meses murieron más de 150 animales en menos de 50 kilómetros; por la extrañeza del caso y por las similitudes en cada ataque, la policía le asignó un código de excepción.
En Puerto Rico, el veterinario David Morales, fue el encargado de revisar a los animales asesinados por el Chupacabras. Diariamente el experto recibía alrededor de 10 a 20 cuerpos. Después de estudiar a más de 300 animales muertos, llegó a la conclusión de que se trataba de un depredador natural (un felino o un mono) pues los cuerpos mostraban desgarramientos, fracturas y perforaciones. La conclusión a la que llegó Morales, no fue aceptada por la gente que incluso continuó reportando más ataques.
José Miguel Augusto, uno de los testigos, describía a este monstruo de color verde y ojos rojos que dejaba un olor a azufre, y lo más sorprendente, que volaba.
En las afueras de Malpasillo, en Managua, Nicaragua, se registraron decenas de muertes de animales; más de cien en menos de un mes. Uno de los granjeros afectados, Jorge Luis Talabera asegura que se trató del Chupacabras. A este monstruo lo describían diferente al visto en Puerto Rico, pues tenía más el aspecto de un vampiro gigante.
Tabalera vio a cuatro Chupacabras nadando en su estanque. Estos seres, al sentirse descubiertos salieron volando. Ante la amenaza de otro ataque (en el primero le mataron al menos ocho cabras), Talabera llevó todo su ganado al granero y los encerró. Sólo dejó a una oveja como carnada en el corral, y aguardó hasta que regresara el temido animal.
A la media noche, Jorge Luis notó la presencia de un extraño ser en el corral, se trataba del Chupacabras. Se acercó más y le disparó. El animal logró escapar, pero antes, el ganadero le disparó al menos en siete ocasiones. Varios días después notó que en un campo cercano los buitres merodeaban los restos de un animal.
Jorge Luis asumió que eran los restos del Chupacabras. De acuerdo al testimonio de Talabera, el ser tenía un par de colmillos grandes, con orejas del tipo de los murciélagos y ojos grandes. Los restos del animal los llevó a la universidad de Nicaragua donde fueron analizados por los doctores Edmundo Torres, Carlos Gómez y Pedrería Dávila, llegando a la conclusión que eran los restos de un perro. Los hombres de ciencia dieron una conferencia de prensa anunciando este resultado y la gente no estuvo de acuerdo, pues aseguran que los médicos cambiaron las osamentas y que resguardaron muy bien la del Chupacabras.
Otros casos del Chupacabras
Los ataques del Chupacabras se han registrado en muchos países como Argentina, Perú, Puerto Rico, Guatemala, Costa Rica, Panamá, Chile, República Dominicana, Estados Unidos y principalmente en México.
En el caso de Estados Unidos, los ataques de este monstruo se dieron en Miami, Florida, en marzo de 1996. Allá se cree que proviene de los pantanos y que se desplaza a través del agua. Contrario a los otros países donde se habla sobre la presencia de este monstruo y no se le relaciona con agua. Pero en el caso de Miami, se hallaron cuerpos de ovejas y cabras sin sangre, adjudicándole estos ataques al Chupacabras.
En Costa Rica, el 31 de marzo de 1996, en el rancho “La Trampa”, se hallaron cinco ovejas muertas sin una gota de sangre, tenían una herida circular en el cuello. También en El Salvador se han registrado ataques del Chupacabras pero ahí lo describen como un murciélago gigante, de ojos grandes.
Uno de los casos más importantes del Chupacabras, se registró en el estado de Puebla, México. El hecho fue informado por el noticiario de Televisa de esa entidad. Fue un ataque donde al menos 30 ovejas fueron asesinadas por este monstruo.
Cuando los reporteros llegaron al lugar, al menos una de las víctimas del Chupacabras seguía viva. Este animal fue sacrificado y abierto en canal. La doctora Soledad de la Peña revisó el cuerpo y descubrió que no tenía sangre. Los guantes quirúrgicos de la doctora permanecen blancos cuando éstos tocan al animal, aunque algunos escépticos opinan que la doctora mete las manos entre la zalea y el cuerpo donde no hay sangre.
De acuerdo a los escépticos, un animal ya muerto no sangra, esto es correcto, porque la sangre se coagula, pero no por esto no deja de teñir de rojo lo que esté a su alcance. El mejor ejemplo son las batas que usan los carniceros, éstas se manchan de rojo cuando tienen contacto con la carne de las reses.
Ataques a humanos
En el programa “Viva la Mañana”, conducido en aquel entonces por Alfredo Adame, el ufólogo Jaime Maussán habló sobre el Chupacabras y narró el caso de José Angel Pulido, un trailero de Tlatomulco, Jalisco que fue atacado el 2 de mayo de 1996 por un extraño ser de 60 cm de altura y cuerpo gelatinoso.
José Ángel se dirigía a su tráiler que estaba a tres calles de su casa, cuando de repente de un corral le brincó un animal que se le prendió del brazo; el hombre se defendió y comenzó a golpearlo hasta que lo soltó. El ser tenía el cuerpo suave y olía a pantano, a podredumbre. Cuando el trailero llegó a su casa, le preguntaron sus familiares qué le había ocurrido, por qué olía tan mal. Él les platicó su experiencia y se dirigió al hospital. Fue revisado por el doctor Mario Rivas Sauza, y éste le dijo que sus heridas eran similares a las que dejaba el Chupacabras.
En 1996, en la población de Alfonso Genaro Calderón, ubicada en la sierra de Sinaloa, la señora Teodora Ayala Reyes, afirma que el Chupacabras la atacó mientras hacía de sus necesidades afuera de su hogar. Como pudo logró defenderse y escapar de este animal, al que describió grande, con una especie de trompa y garras. En seguida la mujer, de 21 años, dio aviso a su esposo y pronto la comunidad entera salió armada con palos y machetes para cazar al Chupacabras.
Nunca encontraron al animal, pero la población estuvo atenta por días, incluso dormían con armas debajo de sus almohadas. Tenía poco que en esa misma comunidad el Chupacabras había matado a 30 ovejas y había dejado otra diez heridas, las cuales fueron sacrificadas por sus propietarios.
Incluso la Secretaría de Seguridad Pública del municipio, así como otras organizaciones como protección civil y judicial del Estado realizaron la búsqueda de este animal, partiendo del retrato hablado que hizo la señora Teodora.
Hay otro caso que ocurrió en la década de los noventa en la Huasteca Potosina, pero éste de fatales consecuencias; se encontró un cadáver de mujer sin una gota de sangre y dos marcas en el cuello. Este hecho no se difundió mucho para no generar pánico entre la población, además, ¿quién lo hubiera creído?
Muchos años atrás en Guadalajara, en 1880, se presentaron varias muertes que, debido a su extrañeza, le comenzaron a llamar “la muerte seca”. Al principio las víctimas eran animales (perros, gatos) que aparecían con marcas de colmillos y sin una gota de sangre; al poco tiempo, este ser comenzó a atacar personas. De acuerdo a la leyenda, el causante de estos crímenes era el conde Baldón, que había llegado de Europa. Pero, ¿fue en realidad un vampiro tipo Drácula el causante de estas muertes, o se trata de los primeros reportes del Chupacabras? ¿O acaso estaremos hablando de lo mismo?
Por desgracia, el caso del Chupacabras en México se ridiculizó por considerársele fantasioso, inventado por el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, ex presidente de México como una forma para distraer a la opinión pública de los problemas sociales y económicos que vivía el país.
Es verdad que los gobiernos, y no sólo el de México, sino de otras naciones han recurrido a estos fenómenos sociales para distraer al pueblo, pero también hay que tomar en cuenta que el opio del pueblo es el fútbol; y el objetivo de este deporte, aparte de competir, es la de entretener a la gente, no la de “idiotizar” al público. No todos los días se habla del Chupacabras, ovnis, extraterrestres, etc., pero sí del balompié naciónal e internacional.
En otras palabras, existe un rechazo a estos temas, y siempre que haya oportunidad de ridiculizar a la gente que cree e investiga esto, se hará. ¿Qué es el Chupacabras? Aún no lo sabemos y hasta que no se capture uno, este ser que pertenece a la criptozoología, pasará a la zoología cuando se haya estudiado.
Sería muy interesante analizar la sustancia que crea y usa este animal para adormecer, y al parecer anestesiar a sus víctimas, para aplicarlo a la medicina moderna. Las cabras, borregos, gallinas, sus víctimas, no emiten ruido que alerten a los granjeros que están siendo atacadas; permanecen inmóviles hasta la muerte, esto nos indica que no experimentan dolor.
Del mismo modo analizar la sustancia que usa el Chupacabras para mantener viva a su presa mientras se alimenta. Se dice que los vampiros o los que requieren de sangre para alimentarse no pueden sustraerla de un muerto, pues se envenenarían. Como vimos en algunos casos, el animal, a pesar de ya no tener sangre, sigue viviendo por unos minutos. Esto sería muy útil en las operaciones de corazón abierto, pues ya no se necesitarían transfusiones.
Los casos más recientes.
En el 2005 en la población de Elmendorf en Texas, Estados Unidos, un granjero llamado Devin McAnally durante varias noches recibió la visita de un Chupacabras.
En el primer ataque murieron 30 gallinas, todas fueron halladas sin una gota de sangre. Devin decidió cazar al animal y, al parecer lo consiguió. Cuando el Chupacabras regresó, el granjero le disparó con una escopeta. El monstruo cayó muerto y Devin guardó su cuerpo. Los restos fueron analizados por veterinarios y llegaron a la conclusión de que se trataba de un coyote.
Este animal —de apariencia extraña, que incluso los mismos zoólogos no sabían de su existencia— tiene la piel medio azulada, de textura parecida a la de los elefantes; tiene largos colmillos y su hocico asemeja a la de un perro. Difiere en mucho con las descripciones que han hecho los testigos de Puerto Rico y México.
Este Chupacabras no tenía alas, no podía volar y tampoco las jorobas a lo largo del lomo; no le brillaban los ojos en la oscuridad y no media más de un metro. En definitiva, era otro. Lo que pudo pasar fue que el auténtico Chupacabras atacó y desapareció, y este coyote por su extraña apariencia fuera fácilmente confundido por este temido ser.
En abril del 2008, Diario de Yucatán informó sobre la extraña muerte de 18 gallinas en el municipio de Champotón, en donde también fueron halladas ocho gallinas muertas sin sangre.
El causante de estos ataques, identificado como el Chupacabras, tenía el aspecto de un perro gigante, color oscuro; al parecer tenía alas, pues logró saltar una barda de dos metros con gran facilidad. Durante su escape, atacó al propietario Mario Suárez Hernández, quien intentó inútilmente defender a sus gallinas golpeándolo con una vara. “Fue como si le pegara a una piedra —dice Mario—; el animal sólo me reviró y sin emitir gruñido, con una de sus garras me hirió el pecho y huyó.”
Un año después, en abril del 2009, pero en Piedras Negras, Coahuila, se reportó otro ataque del Chupacabras. El criador de aves Martín García, alertó a la comunidad sobre la extraña muerte de dos de sus gallinas. Los animales habían aparecido sin sangre y sin visceras; no había rastros de que el depredador hubiera forzado la jaula para entrar. Aunque nunca se vio al causante de ese ataque, se le atribuyó al Chupacabras por las características que presentaba el caso.
Hasta la fecha, los reportes del Chupacabras en México y otros países continúan, pero ya no generan tanto impacto por considerárseles falsos y pasados de moda.
Otro de los factores por el cual la gente ya no ha reportado ataques de este ser, es por temor al ridículo, como fue el caso de la familia Donoso Mena, que en abril del 2009 encontraron 36 de sus gallinas muertas, las cuales aparecieron sin sangre, y éstos, ante el temor a las críticas, permanecieron callados varios semanas.
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