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jueves, 18 de septiembre de 2014

CAONAO, LA PRIMERA VICTORIA SOBRE LA CONQUISTA ESPAÑOLA EN CUBA...Pist Jo



Las crónicas no consignan el nombre original de aquel promontorio asomado sobre la bahía de Puerto de Mares, sobre el cual los primeros conquistadores del nuevo mundo decidieron instalarse.


Debieron, parece, compartir el hábitat con colonias de alguna especie de aguilucho pescador, que por parecido y gañido agudo, nombraron guincho, voz que denomina a una especie de águila costera de las Islas Canarias, a la que conocían perfectamente bien.


Desde entonces punta del Guincho, al costado de la bahía de Nuevitas, entró a la historia de América.


Del primer asentamiento se sabe poco, unos cuantos pedazos de vasijas de barro, algo de alfarería y algún metal. En realidad lo que se buscaba no estaba a la mano, sino tierra adentro, hacia la corriente de los ríos que bajaban desde mesetas de rocas metálicas y aunque las comunidades aborígenes próximas, Mayanabo o Yumaisi, podía garantizar la mano de obra para viviendas, embarcaderos, astilleros y labranzas, prefirieron adentrarse por un país desconocido y levantar sus tiendas en las márgenes del río Caonao, cuyo sonoro nombre ya de por sí les significaba lugar donde hay oro. Al menos así lo interpretaron.


Victoria de Caonao


De aquella marcha hacia el suroeste entre la costa y el lugar mediterráneo donde se ubicaron no hay evidencias, pero debieron internarse por las inmediaciones de Caracamisa, región conocida luego como Sierra de Cubitas, y por donde hallaron comunidades indígenas ya diferentes en su desarrollo cultural a los de aquellos pueblos costeros dedicados especialmente a la pesca y a la caza.


Hacia el centro del territorio se marcaban no solo las relaciones tribales sino una cultura social y económica superior, cuya evidencia dejó en las cuevas cubiteras huellas en pictografías y petroglifos, aldeas bien plantadas, extensos sembrados y fabricación de algunos productos de uso personal, moblaje y religioso.


Luego de la llegada del español durante la segunda decena del mes de marzo de 1516 a Caonao lo primero fue el trabajo forzado para el aborigen y las crueldades sin ley que aun a la distancia de medio milenio sobrecogen por el terror desatado.


La extracción del oro se impuso con obcecada insistencia, pero apenas si se logró algo que valiera la pena; lo cierto es que a la vuelta de un poco más de una década no había otra cosa que hacer allí como no fuera acabar de exterminar la comunidad aborigen de casi tres mil personas, que inicialmente encontraron y decidirse a consolidar la villa convertidos en agricultores y ganaderos.


Para los finales de 1527 ya era un poco tarde para eso. La población aborigen, que siempre les había rechazado, deseosa de libertad y venganza organizaron la primera rebelión aborigen de que se tiene noticias en América.


Puede que nunca se conozca quién fue el caudillo primogénito de esta revuelta o cómo se confabularon entre sí y llenos de ardor decidieron poner fin a tanta vileza y abuso.


Lo cierto es que el lunes 3 de enero de 1528 se inició una revuelta en la hacienda Saramaguacán, espacio inmediato al río Jigüey, que debió ocupar parte de la sabana cubitera al este de Caonao y donde había un lavadero de oro. No pudo haber resistencia cuando cientos de indígenas se lanzaron sobre sus captores, dando muerte a siete de los encomenderos e incendiando las instalaciones para escapar luego hacia la sierra inmediata.


Solo un español que al parecer fue dejado por muerto, logró llegar a Puerto del Príncipe y dar aviso de la insurrección.




El teniente de guerra Diego de Ovando, uno de los fundadores de la villa, organizó su pequeña tropa dejando la mitad de los soldados para la defensa de la población y a caballo, con veinte jinetes, partió hacia el lugar de los hechos hallando al cabo de la marcha a los cristianos muertos y todo reducido a cenizas.


Ovando imaginó, sin equivocarse, que aquella acción podría desencadenar una revuelta de incalculables proporciones, donde por la cantidad de aborígenes alzados tenían todas las de perder, regresó a toda prisa a la villa para preparar la defensa.


En estas horas la mansedumbre de los indocubanos quedó demostrada pues al parecer ninguno de ellos decidió aprovechar el momento en que la villa se encontraba desguarnecida con Ovando y sus hombres a muchas leguas de allí, para asaltarla y arrasarla por completo. Cosa que sin dudas bien pudo ocurrir




Dos días después, al amanecer del 5 de enero, se produjo el asalto a las defensas de la villa y luego de algunas horas de combate se pudo rechazar la ofensiva, Sin embargo ante la acometividad de la indiada dispuesta a liquidar al puñado de defensores y conociendo Ovando que el enemigo aumentaba en número y cada vez eran más osados ante las defensas, organizó la evacuación de la villa, disponiendo que cada cual llevase las pertenencias personales más indispensables, instrumentos de gobierno y de culto de la parroquia y de la escribanía, bestias y alimentos, así como los cadáveres de los muertos durante las acciones libradas.


Al amanecer del jueves 6 de enero de 1528, el teniente de guerra dispuso la salida de la villa sin que al parecer los atacantes hubiesen tomado medidas para impedir que escaparan o disponer hostilizarlos durante la marcha.


Desplegada la fuerza armada de 43 hombres, 21 de ellos de caballería, se inicio la huida hacia el este protegiendo a unos cien vecinos civiles, incluyendo 44 niños, dirigiéndose hacia el cacicazgo de Camagüey, vasallo de Vasco Porcallo de Figueroa, por entonces enzarzado en otras contiendas por tierras del continente.


Es natural que entre Caonao y Camagüey existiera comunicación, por lo que entre uno y otro poblado el tránsito no fuera extraño incluso para los españoles. Llegados a la aldea donde fueron recibidos no se sabe aun cómo, aunque dicen los historiadores que con muestras de afecto, los recién llegados prefirieron levantar sus tiendas colocando de por medio las márgenes del río Hatibonico como defensa.




Con los años la revuelta fue sofocada, aunque continuaron actos de rebeldía por algún tiempo más. En las nuevas villa del Puerto del Príncipe por experiencia y como medida de precaución se creó un cuerpo de veladores dedicado a custodiar el Ayuntamiento con hombres de guardia y vecinos armados que realizaban rondas permanente desde el toque de oración vespertina hasta el amanecer.


El impacto de aquella rebelión debió ser tal entre soldados y colonos que cinco años después el número de vecinos españoles se había reducido a unos 20, aunque algunos de aquellos que quedaron se habían unido a indias y esclavas. En 1544 se calculaba que los vecinos de Puerto del Príncipe eran 14 con 234 indígenas encomendados y otros 160 negros e indios de Yucatán esclavos.


Las crónicas luego escritas olvidaron con o sin intención que aquella rebelión indígena en Caonao es la primera en el país y a la vez la primera victoria cubana contra el conquistador, Aun debieron de pasar casi más de tres siglos para que las armas del Ejército Libertador quebrara el yugo peninsular en Cuba

INTOLERANCIA VISIGODA, ÁRABE E INQUISITORIAL..... Post Jo










En una continuada guerra relámpago, (siglos después imitada por Hitler) los árabes musulmanes conquistaron la península arábiga a partir de la hégira (huida) a Yatrib, en 622, la que se convertiría en Al-Medina -la Ciudad, base de los mahometanos- que se apoderaron de la Península Arábiga en 630); desalojaron a las tropas del Imperio Bizantino de Egipto, Palestina y Siria y murió Mahoma en 632, pero sus seguidores, Abu Bakr, Umar (Omar), Utman y Alí, se erigieron en califas y continuaron la expansión, llegando a la actual Transjordania, Irak, Mosul y en 642 a Isfahán, Persia (hoy Irán), profundizándose hasta el Mar Caspio y en 661 a Afganistán. Mientras que en África del Norte en 647 llegaron a Tripolitania (Libia) y luego capturaron Marruecos en 670. En Ifriquiya (Túnez) establecieron su Capital y asiento del Gobernador. Fundamentalmente los árabes tuvieron tropas beréberes en África del Norte (entre éstas había cristianos, judíos y conversos). Cartago cayó en 697. Desde el año 670 hicieron desembarcos en tierras del reino germano Godo de Hispania


Égica, rey germano godo de Hispania entre 687-702, yerno del Rey Ervigio y sobrino del Rey Wamba, temeroso que los judíos se aliaran a los árabes decidió esclavizarlos, porque constantemente incursionaban los mahometanos desembarcando provocadoramente en la Península, para luego retornar a su lugar de origen.


En tiempos del rey visigodo Ervigio, Hispania sufrió la peste negra –enfermedad infecciosa causada por el basilo de Yersin, propagada por ratas y sus pulgas contaminadas al picar a un enfermo-; la “muerte negra” fue considerada por el mundo cristiano como “ira divina”, pero hubo fanáticos que acusaron a los judíos de ser responsables de la ira divina. En tiempos del Rey Witiza hubo sequía y hambre e inseguridad causada por bandas de esclavos fugitivos, lo que debilitó al poder político visigodo. Al llegar la sucesión política se formaron dos clanes: Wamba-Égica-Witiza en contra del clan Chindasvinto-Recesvinto que respaldó a Hropareik, conocido como Rodericus ó Rodrigo, dux de la provincia romana Bética (que corresponde a la cuenca del río Guadalquivir y Sevilla). Ante el triunfo de Rodrigo, los hijos de Witiza viajaron a Africa del Norte a negociar el apoyo de los árabes.


Se supo que Caba, hija de don Julián, gobernador visigodo de Ceuta, fue violada por Rodrigo. Entonces don Julián respaldó a los árabes.


Musa ibn Nusayr, gobernador de Ifriquiya, -dependiente del Walí de Egipto y éste del Califa de Damasco-, ordenó al beréber Tariq ibn Ziyad, invadir la Península Hispana y al iniciarse la primavera del año 711 desembarcó en la Bahía de Algeciras (denominada Iulia Traducta), pasando por la “Montaña de Tariq” (Yebl at-Tariq) hoy Gibraltar. El espionaje había informado que Rodrigo se encontraba en el Norte en campaña contra los vascos, sitiando la ciudad de Pamplona, por ello, fue nula la resistencia visigoda al desembarque árabe-beréber. Después de algunos meses, Rodrigo llegó a Toledo en unión de un débil ejército visigodo y se enfrentó a los beréberes en la batalla de Guadalete, en la que murió Rodrigo, los nobles, incluso los opositores witizianos.


Musa ben Nusayr desembarcó con 18,000 hombres, en Cádiz, controlado por árabes.


Cayeron las principales poblaciones de la Península. En córdoba fue establecido un Emirato. Sólo quedaron libres las zonas montañosas cantábricas y pirenaicas del occidente, en la frontera con el Imperio Carolingio (Francia), así como León, Navarra, Castilla y Aragón.


Al pasar del tiempo en Córdoba hubo desarrollo filosófico, matemático, poesía y coexistencia árabe-cristiana-judía, debido a la tolerancia de los Almorávides. Fue la Edad de Oro del judaísmo en España. Brillaron en Al-Andaluz: Jehuda Haleví, autor del “Sefer Kusari” (traducido del árabe al hebreo, español, latín y alemán), de la “Sionida” que se recita el 9 de Ab, hizo gira por el Medio Oriente en donde dictó conferencias. Moisés ben Esra, autor de oraciones de penitencia; Abraham ibn Esra, comentarista bíblico; Jehuda Aljarisi, poeta. Al puber Maimónides, le tocó vivir la intolerancia almohade.


En el Maghreb, norte de África y en al- Andaluz (Hispania Árabe), hizo su aparición la intolerancia musulmana, al emerger una dinastía marroquí beréber, los Almohades, “que profesaron la Unidad de Alláh” (Abd al-Mumin), dominaron la Península Ibérica de 1147 a 1269. El líder Abu Abdallah Ibn Tumart y sus seguidores, exigieron que todos: musulmanes, cristianos y judíos, aceptaran la unidad de Alá. Así mismo debería integrarse a la sociedad en forma unida, por lo tanto, no era admisible ni el cristianismo, ni el judaísmo. Todos deberían islamizarse. Un imam sería el guía y modelo, para que todos lo imitasen. Fueron destruidas las sinagogas y se inició la persecución y asesinato de los no creyentes. Miles tuvieron que islamizarse para sobrevivir. La Familia Maimón se islamizó (Anusim: En el día musulmanes y secretamente judíos).


La Familia Maimón huyó a Fez y luego se trasladó a Jerusalén y luego a Egipto. En medio de las persecuciones de los almohades, Moisés Maimónides estudió Talmud, el sistema filosófico de Aristóteles, a los 16 años escribió un lexicón de conceptos de lógica, a los 20 años hizo comentarios sobre la Mishná. En Egipto fue médico del visir del Sultán Saladino, organizó el Talmud, que era un laberinto después de mil años de estarse escribiendo, culminando con su “Mishne Torah” (repetición de la Ley) que es la recopilación de todas las leyes judías, dogmas de fe y prescripciones rituales. Por su sabiduría se le consideró el Segundo Moisés.


La pesadilla almohade fue desaparenciendo con las rebeliones de los benimerines (1216-1217); el Rey Lobo en Granada (con apoyo cristiano); Túnez se independizó; Castilla, Aragón y Navarra, resistieron, así como Portugal y León; el 16 de julio de 1212 fueron derrotados los almohades en la batalla de Tolosa. Esto debilitó a los árabes y se abrió el camino para su expulsión de España en enero de 1492.


El despotismo de los visigodos y la esclavitud, crearon la debilidad y desunión del reinado germano visigodo y esto permitió la invasión árabe. La intolerancia de los almohades dividió en fracciones al emirato de Córdoba, debilitó su poder político y Castilla y Aragón expulsaron a los árabes de la Península Española. Isabel de Castilla introdujo en España la intolerancia con la inquisición y sus sacerdotes dominicos, abriéndose subsedes en Puerto Rico, México y Lima y Delegaciones en otros lugares. Carlos V llegó a decir: En mi imperio (Europa-América-Filipinas), no se pone nunca el sol. Pero lo cierto es que, a pesar del terror inquisitorial y el genocidio perpetrado (holocausto de anusim) que se inició en América en 1492, en La Isla Española (República Dominicana), continuó la migración judía clandestina a Cuba, México, Buenos Aires, Lima y otros lugares; los corruptos españoles a cambio de oro, plata, piedras preciosas y predios urbanos, aparentaron no ver la salida de judíos sefaraditas rumbo al Nuevo Mundo: Desde Nueva Amsterdam (hoy Nueva York), Puerto Rico, Cuba, México, Pernanbuco (en donde un efímero Estado Judío existió en Brasil), Cartagena, Curazao, Buenos Aires (en 1754 había 4,000 judíos “marranos”), Perú y otros lugares.


La novela “El último Judío” describe el drama que vivieron los israelitas en América del Sur al ser perseguidos por la inquisición. La novela histórica “Martín Garatuza” describe el inicio del mestizaje judeo-indio (Cuauhtémoc-Isabel de Carbajal) en México; los oprimidos judíos promovieron la frustrada rebelión judía en 1626, para expulsar a España de México. El secreto judío para sobrevivir durante 300 años de dominación, lo encontramos en el juicio inquisitorial de 1540, en contra del mohel Juan de Baeza, sorprendido al circuncidar indios, aliados a los judíos, mecanismo que permitió crear un “círculo de amigos”, para dar protección a los sefaraditas en México. Los “judíos secretos” de América no fueron del conocimiento del judaísmo europeo de habla idish, turca y árabe.


Al finalizar el Siglo XIX Bonifacio Baruch Laureano Moyar creó el Kahal Kadosh Ben Elohim, integrado por sobrevivientes del virreinato: emergieron los “indios judíos”, los anusim. Este suceso es comparable al caso de los falashis de Etiopía, los Chuetas de Mallorca.

lunes, 31 de marzo de 2014

LA GUERRA DE PAPEL ENTRE ESPAÑA Y EE.UU.....Post Jo

Después de 115 años, aquel episodio sigue siendo objeto de controversia y misterio, ya que no se sabe aún a ciencia cierta qué o quién produjo la explosión. Lo único seguro es que cambió el curso de la historia y que EEUU lo utilizó como excusa para intervenir en Cuba, algo que ya planeaba en su carrera para convertirse en la primera potencia militar del siglo XX. Los planes estadounidenses se vieron favorecidos por la inestabilidad económica española, la debilidad del gobierno del liberal Práxedes Mateo Sagasta y los aires de independencia que soplaban cada vez con más intensidad en Cuba.

USS Maine
Ante la inestabilidad de la isla y viendo la posibilidad de que los independentistas cubanos lograran derrocar finalmente al ejército español, y con ello perder la posibilidad de controlar la isla, el gobierno estadounidense se decide a intervenir. Con la excusa de asegurar los intereses de los residentes estadounidenses, el 25 de enero de 1898 EEUU envió a La Habana el acorazado Maine, sin previo aviso e incumpliendo las prácticas diplomáticas habituales. Para corresponder con aquel gesto de “amistad“, el gobierno español envió el crucero Vizcaya al puerto de Nueva York. A pesar de todo, las autoridades españolas de Cuba recibieron con corrección a los marinos capitaneados por Charles Segbee e incluso fueron invitados a actos oficiales, bailes, corridas de toros, etc. Pero la explosión del Maine cambió radicalmente aquel panorama… La prensa amarilla estadounidense, especialmente elNew York Journal de Randolph Hearst y el New York World deJoseph Pulitzer, llevaban años utilizando los excesos cometidos por los españoles en la isla -como el caso de Evangelina Cisneros-para poner a la opinión pública estadounidense en contra de los españoles… el Maine inició la guerra del papel.
New York WorldNew York Journal
Dos días después de la explosión del acorazado, el New York Journal titulaba a toda plana “La destrucción del acorazado Maine fue obra del enemigo“, “Los oficiales de la Marina piensan que el Maine fue destruido por una mina española“. Iba acompañado de un dibujo del barco explotando sobre unas minas conectadas por cable con las fortalezas de La Habana. Cuatro días después pedía la intervención militar en la isla y llamaba “cerdos” a los que daban más importancia a la caída de sus acciones que al “asesinato de (266) marineros norteamericanos”. El entusiasmo bélico del New York Journal llevó a que se bautizara el conflicto como “The Hearst War” (la guerra de Hearst) y a situaciones tan hipócritas como el hecho de que en marzo se enviase a La Habana al dibujanteFrederick Remington como corresponsal de guerra. Pasados varios días, Remington telegrafió que todo estaba en calma y que deseaba volver porque allí no iba a haber ninguna guerra. Hearst le contestó:
Quédese ahí. Usted mande los dibujos, la guerra la pongo yo.
Aunque la prensa española sabía que España no podía responder militarmente a las provocaciones de los estadounidenses, decidieron responder con sus propios medios. El Heraldo de Madrid sostenía que los soldados estadounidenses desertarían al oír los primeros disparos. Mientras tanto, la revista Blanco y Negropublicaba:
Es injusto con los cerdos
a los yanquis comparar
porque el cerdo es provechoso
y el yanqui perjudicial.
El republicano Francesc Pi i Margall tildó a estos medios de “prensa infame”, pero esta afirmación, sumada a sus peticiones de paz y a la invocación del derecho de los cubanos a su independencia, terminarían costándole su escaño por Girona en las elecciones de 1898.

Hearst y Pulitzer
La crispación llegó a tal punto en EEUU que los medios de comunicación y los círculos políticos radicales criticaron duramente al Secretario de Estado, John D. Long, por descartar la responsabilidad española en el incidente del Maine. Theodore Roosvelt, subsecretario de Estado de la Armada, que quería enviar sus naves a Cuba de forma inmediata, afirmó que el presidente tenía “tanto carácter como una tarta de chocolate” cuando McKinley anunció a la prensa que no estaba dispuesto a declarar la guerra a España. Preocupado por las crecientes críticas de ser “un blando“, el presidente McKinley pidió al Congreso -”en el nombre de la humanidad, en nombre de la civilización, en nombre de los intereses estadounidenses en peligro de extinción“- la autorización para expulsar a las fuerzas españolas de Cuba… el resto de la historia es sobradamente conocido.

Fuentes e imágenes: The United States Becomes an Imperial Power,Remember Maine,La guerra hispanoamericana, 1896-98 – Chidsey, Donald B.


jueves, 13 de febrero de 2014

LOS DRAGONES DE CUERA....Post Jo.


LOS PRESIDIOS ESPAÑOLES EN NORTEAMERICA. LOS DRAGONES DE CUERA.

 

         Cuando escuchamos las palabras apaches o comanchesrápidamente nos viene a la mente una película de indios y vaqueros. La industria cinematográfica Norteamericana convirtió en icono universal a su famosa caballería abandonando su fuerte en rescate de una familia de colonos atacados por los nativos.    Pero siglos antes otros soldados realizaban la misma misión en esos territorios americanos, eran los conocidos comodragones de cuera.

         España desde el siglo XVI debió defender sus posesiones en América del Norte tanto contra otras potencias europeas como de los ataques de las tribus de “indios barbaros”, denominación española de los indios que no reconocían la soberanía española. Para ello España construyo un doble sistema defensivo, el primero basado en fuertes abaluartados contra los ejércitos europeos que protegieran las fronteras exteriores y otro en el interior gracias a los conocidos como Presidios junto con las misiones fortificadas...


         Los presidios tenían como misión servir de base a unidades de caballería que protegerían los distintos poblamientos de colonos que se encontraban dispersos por los territorios del norte del Virreinato de Nueva España. Un territorio de cientos de miles de kilómetros cuadrados que se extendía desde la costa norte de pacifico (estado de Washington) hasta el oriente de Texas. Para cumplir esta ardua tarea se conto con unos medios escasos ya que para unos 3000 km en 1780 se dispuso de un máximo de 1495 soldados de presidio mientras que la cantidad más habitual rondo los 600.

         A finales del siglo XVI por orden del 4º Virrey, Enriquez de Almansa, se comenzó la construcción de la red de presidios. En 1570 se fundaron entre los de Celaya, Jerez, Portezuela, Ojuelas, San Felipe; en 1573 los de Fresnillo, Charcas, Sombrete, Pénjamo y Jamay; Leon, Palmillas y Mezcala en 1576. El siguiente siglo se construyeron una serie de ellos al norte del rio Bravo creándose los de Saltillo, Parras en Coahulia y comenzando en el siglo XVIII los de Texas y california llegando incluso al actual Canadá, en la Isla de Nootka.

         La red de presidios estaba diseñada con el objetivo del mutuo apoyo entre los distintos destacamentos además de servir de apoyo al poblamiento, al dotar de protección a las haciendas y misiones que se encontrasen cerca. Por otra parte al ser abandonados tras el avance de la frontera servía de base para la construcción de un asentamiento civil.

         Estas fortificaciones se caracterizaban por su reducido tamaño construidas en adobe o piedra con forma rectangular de alrededor de 100 metros de lado. Disponían de torres o bastiones para posicionar cañones pero carecían del complejo diseño abaluartado al carecer los atacantes indios de piezas de artillería. Además de la dotación militar convivían con ellos sus familiares, sacerdotes pero en todo caso no solían pasar de dos  centenares de personas en total. Cada presidio protegía a una compañía compuesta por un oficial (Capitán o Teniente), un Alférez , un capellán, sargento, dos cabos y unos cuarenta hombres apoyándose en algunos casos por un centenar de indios exploradores.

Reconstrucción de un presidio
         Estas unidades denominadas oficialmente “soldados de presidios” pasaron a la historia como los Dragones de Cuera. Al ser una unidad de caballería dotada de armas de fuego se enmarcan dentro de los dragones al poder combatir tanto a caballo como de pie. Y de Cuera proviene del elemento más característico de su impedimenta, un abrigo sin mangas hecho de varias capas de cuero que  daba una gran protección contra la flechas de los nativos.

         Tras años de combate contra los indios el soldado de frontera fue convirtiéndose en una unidad especializada en el combate contra los nativos usando tácticas y armas distintas a las usadas en los campos de batalla europeos. En pleno siglo XVIII cuando en España los ejércitos se habían dotado con armas de fuego ellos seguían utilizando  laza y escudo ya que las armas de fuego era lentas y precisaban blancos densos. Los indios eran rápidos y se acercaban a los europeos antes de que recargasen por lo necesitan armas y defensas contra las flechas y para la lucha cuerpo a cuerpo.

         En cuanto a las defensas, destaca la cuera que como ya he explicado estaba compuesta de incluso 9 capas de cuero, llegando a pesar 10 kilos con los años se fue recortándose a hasta convertirse en un chaquetón, con el objetivo de reducir el peso para poder perseguir a los apaches andando a través de las montañas. Eran  de color natural o blanco con el escudo de España en cada bolsillo. Además disponían de una adarva, escudo de origen árabe, hecho de cuero con forma de doble circulo traslapado o de una rodela circular aportándole mayor defensa contra los proyectiles.  

         En cuanto a las armas se establecía en el reglamento que debían portar una espada, lanza, escopeta y pistolas pero en algunos casos extraoficialmente se arman con arcos y flechas por ser más rápidas.

Ilustración del libro "Banderas Lejanas"
         Para completar el equipo el reglamento de 1772 cada soldado debía disponer de seis caballos, un potro y una mula, es interesante destacar que cada jinete debía tener una montura preparada en cada momento para salir al combate. Esta misma norma destacaba la importancia de la uniformidad, debiendo vestir “una chupa corta de tripe o paño azul, con una pequeña vuelta y collarín encarnado, calzón de tripe azul, capa de paño del mismo color… bandolera con el nombre del presidio…” debemos destacar el sobrero de alas negro característico de esta unidad frente a otras posteriores como el blanco de las compañías volantes (unidades ligeras preparadas para luchar en tierra).

         Se debe destacar que los soldados eran voluntarios con un contrato de 10 años prorrogable. Teniendo en cuenta el sistema de castas vigente el alistamiento era una forma de ascensión social por lo que era interesante pertenecer al cuerpo. A finales del XVIII la mayor parte de la tropa eran criollos o europeos, alrededor del 40% eran mestizos, mulatos o coyotes y el resto indios.

         Gracias a la red de presidios, a las incursiones de castigo en territorio “barbaros” a veces de miles de kilómetros y sobre todo al esfuerzo de los Dragones de Cuera durante años los territorios del norte permanecieron en manos de España.

“Los presidios españoles en Norteamérica.  Los dragones de Cuera.”Francisco García Campa – Bellumartis Blog Historia Militar.

 Fuentes:

- “El sistema presidial en el septentrion novohispano, evolucion y estrategias de poblamiento”  de  Luis Arnal ,Facultad de Arquitectura, UNAM 

“Banderas lejanas” Fernando Martinez Láinez – Carlos Canales Torres