lunes, 18 de febrero de 2013

LA CASA DEL MIEDO DE ASTURIAS....Jo


"El miedo de Rayán".

"Investigando el misterio" nos trasladamos al alejado y alto Rayán.
El Rayán es un caserío que pertenece a la parroquia de Moreda (Concejo de Aller), está situada a 510 m de altitud y 14 Km. de Cabañaquinta. Actualmente tiene seis edificaciones y diez habitantes registrados. Desde aquí podemos apreciar en un hermoso paisaje Moreda, Caborana y Boo, como pueden apreciar en la foto que encabeza el artículo.

Los sucesos acontecidos en una de las casas de Rayán, hace referencia al año 1915, donde la protagonista de los hechos se llamó Concepción Bayón. En el artículo, su hija, Soledad Bayón, que en paz descanse, relataba los hechos de los que ella con tan solo 11 años fue testigo, pero que recordaba con todo detalle sucesos que le marcaron de por vida.

Soledad contaba en este artículo "No quiero acordarme, pasé mucho miedo, no se me olvidará jamás. A veces siento golpear las paredes de un lado a otro, y me da mucho miedo. Todavía es el día de hoy que al recordarlo me entran unos escalofríos terribles, porque aquello fue verdaderamente horrible. Siempre ocurría al anochecer y duraba hasta las cuatro de la mañana, era prácticamente a diario, y no se detenía incluso cuando estábamos en la cama. Sin que nadie tocase nada, a la vez que escuchábamos grandes golpes en las paredes y en las puertas de la casa, sin que conociésemos el motivo, y quién lo causaba"



Soledad Bayón, en el artículo que ilustraba el "expediente x asturiano" del año 1995 de "La Voz de Asturias".


David Madrazo, posa en la casa de Rayán con el mismo retrato que mostraba Soledad en el artículo. A la derecha de dicha foto, podemos ver a Concepción Bayón, la protagonista de esta historia.

"Encenderse y apagarse las luces inexplicablemente y grandes golpes en las paredes, las lamentaciones y quejidos de alguien, y provenientes de algún lugar, pero que estaba en el interior de la vivienda. Sentíamos subir por las escaleras del interior de la casa. Era un ruido muy fuerte. En el desván sentíamos el arrastrar de cadenas. Algunos objetos salían disparados de un lugar a otro, sin que nadie los tocase. Se desplazaban movidos por una fuerza invisible. No podíamos explicarnos lo que estaba sucediendo. Cada día iba a más, y no había forma de que aquello se detuviese, a la casa llegaban sacerdotes para bendecir la casa, pero no servía para nada, mientras permanecían allí los ruidos y lamentaciones bajaban el tono, el ruido era más suave pero nunca paraban. Lo más terrible sucedió estando bastante gente del pueblo reunida en la casa, la cuna empezó a girar sobre si misma a una velocidad de vértigo, finalizando sorprendentemente con una mano invisible que elevaba la cuna en el aire."

Lo curioso es el final de la historia:

"…una noche, de repente mi madre se despertó y se levantó porque una fuerza invisible la arrastraba fuera de la habitación. Mi padre le preguntó que es lo que pasaba, diciendo ella que alguien la llamaba de la otra habitación. Permaneció en dicha habitación bastante rato. Al salir dijo que no podía dar explicación de lo ocurrido de lo contrario los fenómenos volverían aparecer con mayor intensidad. Tenia que volver a Castilla a realizar unas misas, encender unas velas."

Así acabó el fenómeno.

Nos trasladábamos a Rayán, con el fin de saber si seguían ocurriendo los fenómenos, y enterarnos de algo más. Hablábamos con las descendientes, las hijas de Soledad Bayón, las dulces Cristina y María, donde nos corroboraban las historias, aportando más datos sorprendentes:

"En ocasiones, los fenómenos eran muy fuertes; aparecían objetos del desván en el segundo piso, como una botella, repleta de polvo, y sin marcas de dedos que delatasen que alguien las había traído. También en ocasiones caían piedras en el interior de la casa, sin apreciar ningún cristal roto. Uno de los fenómenos que más miedo le dio a Concepción y Soledad, que de aquella tenía once años, fue el movimiento de un crucifijo, que se alzó en el aire pared contra pared.


Nadie podía dar fin al fenómeno. Todo el pueblo y alrededores eran testigos de los ruidos de "la casa del miedo". Incluso la guardia civil visitaba el lugar de vez en cuando y salían despavoridos."


Lo más curioso, es la referencia que nos hicieron de grupos espiritas, los primeros que se daban en España en aquella época.

Un vecino del lugar, Antón de Moreda, el cual nos brindaba palabras para el programa, nos explicaba como en pleno verano visitaban curas con la sotana larga y pesada caminando por los caminos tan abruptos del lugar para realizar sus rituales especiales en la casa de Rayán.

Lo curioso del tema es su origen, nadie lo sabe, y Concepción llevó el secreto a la tumba.

Entrevistábamos también a Felicita Bayón, protagonista de también de esta historia, nieta favorita de Concepción, esta dulce mujer tiene muchas historias que contar, una vida dura de guerra civil para una niña huérfana.

"Mi abuela me repetía siempre esta frase: -no digas que no hay nada-"

Nos contaba la historia con pelos y señales.

"La familia Bayón desciende de Camplongo, en León. Se traslado a Rayán por el trabajo de mina, muy próspero en esos tiempos. El fenómeno comenzó a la par del nacimiento del decimotercero hijo de Concepción, Juan, el niño de la cuna. El final de esa historia, fue la aparición de una persona en la habitación, que mandó arrodillarse a mi abuela, le dio las órdenes, hasta que hizo desmayarse a Concepción.


Hablando de los fenómenos, en la habitación del niño existía una cómoda llena de rosarios y escapularios. A veces, al amanecer, estos sin explicación aparecían sobre el bebé formando una cruz.
En una ocasión, acudió un amigo del marido de Concepción para intentar sujetar la cuna. Este le desplazó a pesar de ser muy fuerte varios metros, hasta que le tiró al suelo. Incluso gente de fuera se movilizó a la casa del miedo, grupos espiritas de Bilbao, por ejemplo, a los que llamaban "la mágica", que hacían rituales de agua bendita dejándolos a los pies de la cama.


Incluso tirones de pelo y demás manifestaciones nos aterrorizaban. Concepción se llevó el secreto a la tumba. Pero, solía achacar que el origen podía ser unas misas gregorianas que pidió en su última voluntad su hermana Catalina que no se cumplieron."


Gente dulce, hermosa y muy amable nos han ayudado a este reportaje. Les damos las gracias.

Una semana después del programa de radio, cuarto milenio encabezado por Juan Jesús Vallejo nos acompañaban de nuevo en esta hermosa historia.
Desde aquí gracias a todos los que han colaborado en que esta investigación sea posible.

Fotos de la investigación.

Comenzando una de las entrevistas a Crisitina Bayón. Detrás de las cámaras y de los micrófonos.

Explorando el bonito pueblo de Rayán.

Hermosa construcción de Rayán, con su tejado de pizarra.

Iván Lanza, posa junto al hermoso paisaje.

¿EXTRATERRESTRES EN LA ANTIGUA CHINA?...Jo


“Los extraterrestres visitaron nuestro país durante la Pre-Historia, y fueron descubiertas imágenes de esos extraterrestres sobre el continente chino”. Declaraciones del arqueólogo Wang Renxiang, de la Academia China de Ciencias Sociales.

Veamos algunas de esas señales de las que habla Wang Renxiang y que se han convertido en todo un misterio.

El Disco de Baian Kara Ula. Encontrado en Nepal, tiene 9000 años de antigüedad. Se aprecia claramente una extraña figura con aspecto humanoide.





Podemos distinguir claramente la figura humanoide de gran cabeza




Loshallazgos arqueológicos de Sanxingdui en 1986, donde se descubrieron dos tumbas rituales llenas de más de 1,000 tesoros, incluyendo máscaras de oro, recipientes de bronce, tablas de jade, objetos de marfil y árboles sagrado. El misterio radica en que los objetos desenterrados son diferentes al resto de cualquier periodo de la civilización china. Destacan sobre los demás las extrañas máscaras que demuestran una técnica muy avanzada en el moldeado y fundición de metales. No obstante, por el momento, no hay ninguna hipótesis que pueda explicar el objeto de las reliquias encontradas, de dónde venía esta civilización y a dónde se dirigió, ya que no hay niguna referencia a ella en los textos históricos ni se explica cómo pudo llegar a ser tan avanzada.





Máscara encontrada en Sanxingdui

Pero sin duda, el descubrimiento más impresionante fue realizado por la expedición Tchi Pu Tei cerca de la frontera entre el Tíbet y China, en el año 1938. Dicha expedición halló sepulcros enterrados en serie y, supuestamente, en su interior yacían esqueletos de cuerpo pequeño y cabeza relativamente grande. En la pared fueron pintados individuos de cráneo grande, dibujos del Sol, de la Luna y de las estrellas. Junto a los esqueletos, había 716 platos de granito con dos centímetros de espesor, presentando un orificio en el centro y una escritura en espiral. Esta escritura fue parcialmente traducida por Tsum Um Nui y publicada por la Academia de Pesquisas Pre-Históricas de Pekín. Sobre ella, el profesor Alexander Kazantsev, de la Universidad de Moscú, dio la siguiente opinión: “El relato causa emoción y extrañeza apenas, a quien no gusta de admitir nuevos aspectos sobre el origen del hombre. Los platos cuentan que, hace 12 mil años, un grupo de cierto pueblo quedó perdido en el tercer planeta de este sistema. Sus aviones –esta es la traducción literal de la escritura de la escultura– no tuvieron más fuerza que la indispensable para levantar vuelo y dejar la Tierra. Habrían sido destruidos en aquella región montañosa, abandonada y de difícil acceso, sin medios ni posibilidades de construirse nuevos aviones”.





Supuesto cadáver de extraterrestre





Ejemplo de los 716 discos hallados

Por supuesto, las leyendas chinassobre hombres del espacio no faltan. El historiador W. Raymond Drake realizó la traducción de algunos documentos chinos que guardan relación con tradiciones conocidas hace mucho tiempo en el Occidente. A su entender:

“China fue gobernada durante 18 mil años por una raza de reyes divinos, según el manuscrito ‘Tchi’ (…). El clásico ‘Huainatzu’, en el capítulo 8, describe una edad idílica, cuando los hombres y los animales vivían en paz y en la belleza de un Jardín del Edén, con cuerpo y alma unidos en un entendimiento cósmico. El clima era benigno, no había calamidades naturales, ‘los planetas no se desviaban de sus cursos’, se desconocían las ofensas y los crímenes, la Tierra y la humanidad prosperaban. Los ‘espíritus’ descendían por medio de los hombres y les enseñaban la sabiduría divina. Más tarde, los hombres caerían en desgracia y llenaron el mundo de miedo. Entonces, la humanidad se degeneró en la lujuria y en las perversiones.

”El Shan-hai-ching, en su libro 17, menciona a los perversos Miao, descriptos como seres humanos alados que vivían en el extremo Noroeste del mundo, y que, alrededor del año 2400 a.C., perdieron el poder de volar, y, después de discutir con el ‘Señor de lo Alto’ fueron exiliados.

”La leyenda llamada Cuatro Reyes de Oro en el Cielo describe armas muy extrañas. Esta guerra habría ocurrido en los siglos VII y XI a.C., involucrando ‘cuatro gigantes del cielo’ y conduciendo ‘100 mil soldados celestiales’.

”Mo-li Ch’ing, el hermano más viejo, medía siete metros y tenía una barba hecha de hilos de cobre. Usaba un magnífico anillo de jade y portaba una lanza. Cuando este ser celestial blandía su espada mágica, significativamente llamada Nube Azul, ella provocaba un viento negro que producía millares de lanzas que atravesaban los cuerpos de los hombres y los reducía a polvo. El viento es seguido por una rueda de fuego que llenó el aire con decenas de millares de ígneas serpientes doradas. Del llano, se eleva un humo espeso que ciega y quema a los hombres, de los cuales ninguno es capaz de escapar.”

¿Qué sería el Guarda-Lluvia del Caos, cargado por Mo-li Hung, capaz de hacer para que “los cielos y la Tierra se cubran de densas tinieblas”? ¿Y la “guitarra de cuatro cuerdas” de Mo-li Hai, que, cuando era tocada, afectaba “de manera sobrenatural la tierra, el agua, el fuego o los vientos”? “Cuando ella era ejecutada, todo el mundo escuchaba y los campos de los enemigos se prendían fuego”.

Drake termina por concluir que “los textos de la antigua China hablan de flameantes dragones alados simbolizando naves espaciales que surcaban los cielos y se sumergían en los mares, aterrorizando a los campesinos, haciendo fenecer los campos, raptando gente o desembarcando extraños divinos. Como se admite que los OVNIs hacen hoy”.

LA GUERRA DESCONOCIDA DEL IFNI....Jo


Ifni sería sinónimo de «guerra olvidada» si no fuera porque en España hemos olvidado todas excepto la contienda Civil. De otras (Afganistán) hasta hay reparo mentarla como tal. Sin embargo la guerra de Sidi Ifni está tan presente en la Historia reciente de España que hasta un diputado de CiU, Jordi Xuclà, defendió a finales del año pasado en el Congreso de los Diputados que el Ministerio de Defensa otorgue un reconocimiento a «estos viejos soldados» que combatieron en la última guerra colonial que afrontó España. ¿El enemigo? El recién independizado Reino de Marruecos que anhelaba controlar la zona norte del Sahara Occidental. 23 de noviembre de 1957-30 de junio de 1958.
Antes de adentrarnos en la contienda, recordemos que aquellos territorios de Ifni fueron concedidos a España por el sultán de Marruecos Mohamed IV en 1860, en virtud del Tratado de Wad-Ras, para colmo francés. No fue hasta el Gobierno de la II República cuando, entre abril y mayo de 1934, la fuerza expedicionaria española hizo efectiva esa presencia en la que era «la última aventura colonial española», tal y como relató el periodista sevillano Manuel Chaves Nogales cuando acompañó a las tropas en su entrada en aquellos territorios:
Ifni: la guerra que España libró con Marruecos a sangre y fuego
Mapa de la zona
«- ¿Ves aquella montaña abrupta? Es de los españoles. ¿Ves aquel valle fértil? Es de los franceses», simplificaban los «moros del Norte» al periodista español su visión de la ocupación europea del norte de África, un relato que a modo de crónicas recoge el libro «Ifni, la última aventura colonial española» (Ed. Almuzara).Aquellos eran tiempos de paz.
Sin embargo, tras obtener la independencia Marruecos (1956) la relación balsámica se rompió. Llegando los primeros sucesos graves y disturbios en la primavera de 1957 con asesinatos de leales locales a España.
Para adentrarnos en el foco de uno de los conflictos malditos de la Historia de España (Franco ya era jefe de Estado), acudimos al escritor y coronel retirado de artillería José María Manrique, autor del libro «Ifni, 1958. Sangriento combate en Edchera», de la editorial vallisoletana Galland Books.
Un relato que precisamente da cuenta del combate más sangriento que los legionarios españoles tuvieron que afrontar durante una jornada llegando a perder la vida 48 hombres (de los 198 totales durante la guerra olvidada), todos ellos de la I agrupación formada por la XIII Bandera de la Legión. Por aquella batalla se concedieron las últimas Laureadas individuales. Precisamente el pasado 13 de enero se cumplió su 55º aniversario.
Ifni: la guerra que España libró con Marruecos a sangre y fuego
1-12-1957 Soldados españoles vigilan las partidas del «Ejército de Liberación»
Pero, ¿por qué se originó la guerra de Sidi Ifni? «Tras la Independencia de Marruecos, forzada por Francia, el reino alauita se lanzó a una campaña de recuperación de territorios dentro de la idea del mítico Gran Marruecos. Campaña, por otra parte, que a Mohamed V le venía muy bien para desviar hacia el exterior los ardores de las fuerzas comunistas que lideraban gran parte del "Ejército de Liberación"; estos combatientes se habían alzado, fundamentalmente, contra los franceses».
Dentro del Protectorado de Marruecos no estaba el territorio de Ifni (cedido por el tratado de 1860), aunque sí la franja norte de la denominada África Occidental Española: zona sur del Protectorado que incluía Tarfaya o Cabo Juby, al Norte del Sahara y lindante con él por encima del paralelo 27º 40' límite de la frontera Norte de España en aquellas tierras africanas.
«Es decir, Marruecos se lanzó a expansionarse a expensas de España (en Ifni y el Sahara) y, luego, de Argelia, además de a neutralizar el veneno del socialismo inoculado en muchos de los que habían combatido contra Francia». Por esto último también contó desde el principio con el apoyo de EE.UU.tanto en materiales supuestamente abandonados en las bases americanas, como en el campo diplomático.
Hay que recordar que «Mr. Marshall» no pasó finalmente por España y el presidente Dwight D. Eisenhower no lo hizo hasta diciembre de 1959, precisamente un año después de la guerra de Sidi Ifni tras la cual España comprendió que no podía mantenerse aislada.
En octubre de 1957 la situación estaba cada vez más tensa en Sidi Ifni. El día 23 las tropas marroquíes ocuparían dos pueblos en los alrededores: Goulimine y Bou Izarguem. El cerco a Ifni comenzó. El 23 de noviembre Marruecos se decidió a lanzar un ataque sobre Sidi Ifni que fue rechazado por las tropas españolas, lo que obligó a Marruecos a centrarse en el asedio de las cercanas poblaciones de Tiliuin, Telata y Tagragra.
Hasta la primera semana de diciembre fuerzas paracaidistas españoles no rompen el cerco sobre estas poblaciones y trasladan a su población civil y militar hacia Ifni. Comienzan a producirse las primeras bajas y nombres como el del soldado Joaquín Fandos Martínez, el teniente Ortiz de Zárate o el capitán Niceto Llorente Sanz actúan con valentía. Sidi Ifni se convierte en el fortín español. El asedio final espera.
«La guerra apenas encubierta sorprendió al mando militar español en general. Y, aun peor, fue que los norteamericanos negaron el empleo del Material de Ayuda (AYAN), por lo que la mayor parte de los materiales de la Aviación, la Marina y el Ejército de Tierra quedaban inutilizados de un plumazo. El veto dejó maniatado a los Ejércitos Españoles», esgrime el escritor José María Manrique.

Ifni: la guerra que España libró con Marruecos a sangre y fuego
Barcas en operación de aprovisionamiento a la población en Sidi Ifni


Sidi Ifni es abastecida por mar por tres buques de la Marina y rápidamente los marroquíes también comprenden que será un fortín inexpugnable protegido por posiciones defensivas en un perímetro de unos 30 kilómetros y a unos diez kilómetros del centro de la capital. 7.500 defensores españoles resistieron a las fuerzas marroquíes. El asedio duraría hasta junio de 1958 pero antes los escenarios de la guerra se centrarían en Edchera y el Sahara español.
«Hasta la acumulación de los necesarios refuerzos, las guarniciones en la zona lo pasaron bastante mal. Posteriormente, con gran esfuerzo, se barrió al enemigo (en el Sáhara con la colaboración francesa). No se le pudo destruir porque, tanto Francia como EE.UU. se opusieron a que nuestras fuerzas entraran en Marruecos», explica el autor del libro «Ifni 1958. Sangriento combate en Edchera».

Finalmente España y Marruecos firmarían la paz con los acuerdos de Angra de Cintra, una bahía situada al sur de Villa Cisneros, actual Dajla. En virtud de ese acuerdo se entregaba a Marruecos Cabo Juby, entre el río Draa y el paralelo 27º 40', excluyéndose del dominio alauí Sidi Ifni y el resto del Sahara español.
«El apresurado tratado de paz supuso un mal precedente con Marruecos, además de la ignominia de no obligar a esta nación a que devolviera los prisioneros españoles que las "bandas" habían hecho, liberación que tuvo que esperar su tiempo», recuerda el coronel retirado. La paz está firmada, no obstante volvamos a la guerra... ¿Y Edchera?
«En Edchera se pagó la supresión del escuadrón de caballería de Tiradores de Ifni, consecuencia de la desmovilización de la mayoría del personal nativo tras la independencia de Marruecos. Aquel escuadrón, incluso dotado de achacosas autoametralladoras cañón («Chevrolet» del Ejército Popular) hubiera hecho, con mejores resultados, las misiones de exploración que hizo la Bandera de la Legión y que le costaron aquella derrota. También hubo falta de información y, sobre todo, exceso de confianza y desprecio del enemigo.Se tuvo prisa por lograr una victoria sin esperar a que terminaran de desembarcar los refuerzos expedicionarios.Incluso se inició la operación sin prever el apoyo aéreo», sentencia el experto en ese desastre militar olvidado de nuestra Historia.
Ifni: la guerra que España libró con Marruecos a sangre y fuego
Carmen Sevilla visitó Sidi Ifni la Nochevieja de 1957
¿Qué sucedió aquel 13 de enero de 1958? ¿Por qué? El día antes una columna de las fuerzas irregulares del autodenominado Ejército de Liberación Sahariano, muy leal al futuro rey Hassan II, atacó sin éxito el El Aaiún español. Retirados se centraron en el cercano paso de Edchera donde dos compañías de la XIII Bandera de la Legión llevaban a cabo una misión de reconocimiento.
La emboscada aconteció el día siguiente. El primer pelotón aguantó lo indecible hasta que las numerosas bajas mermaron su fuerza aunque esa brava acción evitó una masacre mayor. Cayeron en tal acción el vallisoletano brigada caballero legionario Fadrique Castromonte y el vizcaíno caballero legionario Maderal Oleaga. Los últimos caballeros laureados del Ejército español.
En 1969, y acorde a la resolución 2072 de Naciones Unidas,España descolonizó Sidi Ifni y el Sahara Occidental, este último territorio en poder español hasta la «Marcha Verde» de 1975.
«La entrega de Sidi Ifni a Marruecos fue un acto de realismo político. Sin el apoyo norteamericano y francés, aquel enclave era antieconómico defenderlo, salvo que se fuera a la guerra abierta con Marruecos. Y ya se había visto que ello sería sin el material americano. Puede que por ello se lanzara nuestra Patria a continuar y ampliar la política de ser lo más autárquicos en medios militares de todo tipo, incluidos los nucleares y sus vectores de lanzamiento. Y hablando de enclaves antieconómicos, Ifni lo era y Gibraltar lo fue, como bien saben los ingleses, mientras estuvo cerrada la Verja», apunta el escritor.
Ifni: la guerra que España libró con Marruecos a sangre y fuego
Libro sobre Ifni, de "Galland Books"
Volvemos al maestro periodista Chaves Nogales y su paso por el Ifni del 34: «Aquí en Ifni, como en el norte, también nos ha tocado el hueso. Los moros, sin temor a equivocarse, podrán seguir atribuyendo a España las inhospitalarias montañas y a Francia las fértiles campiñas». Un hecho orográfico que no fue excusa para que los soldados españoles defendieran aquel trozo de España en el hoy Marruecos.
PD- He aquí el Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados (ver página 14) de la Comisión de Defensa, del 27-12-2012, en la que el diputado de CiU Jordi Xuclà reivindicó el reconocimiento para aquellos militares españoles. A continuación el extracto de interés:
«Termino ahora sí, señor presidente, con una muy breve referencia. Hemos hablado de los soldados en el extranjero y quiero pedirle, señor ministro, que preste atención a unos soldados que casi todos tienen ya más de ochenta años: los soldados españoles que participaron en la guerra de Sidi Ifni, 1957-1958. Existe una asociación de expedicionarios de la guerra de Sidi Ifni, presidida por el señor Josep Riatós, que pide un mínimo reconocimiento moral o económico. Han sido varias las resoluciones de este Parlamento, e incluso los compromisos presupuestarios de este Parlamento...
El señor PRESIDENTE: Debe terminar, señor Xuclà.
El señor XUCLÀ I COSTA: Termino, señor presidente.
...y creo que sería el momento oportuno del reconocimiento para estos viejos soldados».

EL FANTASMA DEL MERCADO DE TRIANA....Jo


El Castillo de San Jorge o de la Inquisición. El fantasma de la niña de blanco.

Dicen los vigilantes nocturnos, e incluso alguno de los comerciantes del mercado de Triana, que se asienta sobre el antiguo castillo de san Jorge, que en ocasiones han visto pasar la imagen vaporosa de lo que parece  ser una niña vestida de blanco. Unas veces se observa a través de las pantallas de seguridad y otras a simple vista. También de vez en cuando, los detectores de movimiento instalados permanentemente indican la presencia de "algo" en determinadas estancias, mientras que en las pantallas no aparece nada. Ruido de cadenas y golpes en la pared del mercado situada junto a la entrada del espacio expositivo del castillo también son frecuentes, hasta el punto de que hay vigilantes que han abandonado el trabajo o que solo montan guardia en el exterior del recinto. Algunos comerciantes más madrugadores, que llegan al recinto cuando aún es de noche, también se han encontrado con la misteriosa figura. Nadie sabe quien pueda ser (si es que realmente hay algo), pero lo cierto es que son muy pocos los que se atreven a entrar en el mercado durante la noche.

En el silencio de la noche, unas cadenas se arrastran bajo el suelo con un ruido incesante. El sonido estremecedor se une al de unos golpes en la pared. Mientras tanto, los sensores de las cámaras de seguridad registran movimientos cuando, aparentemente, nada ni nadie pasa por delante del objetivo. De una calle a otra del mercado, se cruza en la oscuridad una niña vestida de blanco.
Aunque parezcan leyendas urbanas, empleados de Astarté Custodia, la empresa que gestiona actualmente la seguridad en el Mercado de Triana, y de entidades que anteriormente se encargaban de la vigilancia en el recinto, han vivido experiencias que bien podrían ser objeto de estudio de «Cuarto Milenio».
¿Realidad o sugestión? «En el silencio de la noche, el 90% de los ruidos que uno oye suele ser por sugestión, y el miedo es el peor enemigo que existe. Si vienes predispuesto a escuchar ruidos, los escucharás», apuntaEleazar Álvarez, uno de los socios de Astarté Custodia. Y es que para realizar el turno de noche y hacer la ronda en el mercado, según explica Álvarez, «hay que echarle valor». Cualquier sonido puede ser susceptible de convertirse en una auténtica pesadilla. «Haces una ronda por las calles del mercado y oyes voces, te acercas a un puesto en concreto y resulta que es un transistor que alguien dejó encendido».
La experiencia es un grado y bien lo sabe otro de los socios de Astarté Custodia, Juan Manuel Guerrero, quien ha trabajado como vigilante nocturno durante muchos años. Infinidad de anécdotas podrían llenar las páginas de un libro. Ambos reconocen que para ejercer esta profesión hay que tener nervios de acero. «Hay gente que no ha aguantado el turno de noche y ha dejado el trabajo, e incluso un empleado se salió a la calle, puso una silla, y esperó ahí toda la noche hasta que amaneció», declaran.
Eleazar Álvarez explica que, para mantener la calma, es fundamental adjudicar el ruido a algo lógico. «Por ejemplo, hay veces que en la pantalla del ordenador, donde nos aparecen las imágenes que emiten todas las cámaras de seguridad, de noche suelen tener un punto de color verde que indica que no hay movimiento. Sin embargo, en ocasiones, en alguna de ellas el color ha variado a rojo, y eso indica que sí hay presencia o movimiento. Y en la pantalla, con los infrarrojos, no aparece nada ni nadie», por lo que él lo atribuye a una posible corriente de aire, por eso de intentar mantener la calma…
Empleados de seguridad que han pasado por la empresa, y por otras que anteriormente gestionaban la seguridad en el Mercado de Triana, han asegurado oír ruidos espeluznantes. «Han oído golpes en la pared, en la entrada al Museo del Castillo de San Jorge, y han tenido tanto miedo que ni siquieran podían ir al baño», asegura Álvarez.
Para garantizar la seguridad en el recinto, cada hora se realizan rondas y se revisan los puestos y las calles, que todo esté bajo control. «Uno se acostumbra, no le queda más remedio, a trabajar en la noche, pero hay que tener mucho control de los nervios», explica Juan Manuel Guerrero.
Y es que te pueden jugar una mala pasada. «Si vengo a ver a un compañero que hace vigilancia nocturna, llamo al timbre y espero a que abra, aunque yo tenga llave, porque ante cualquier ruido, es mejor anticiparte antes que preguntar, y te defiendes», explica Álvarez. De ahí que ambos coincidan en que el mayor peligro «eres tú mismo, hay que controlar las situaciones y saber actuar para no entrar en pánico». Por su parte, Guerrero afirma que la noche es el mejor turno porque nadie te molesta, «aunque no te puedes fiar ni de tu sombra». Todas estas vivencias que aseguran haber vivido varios empleados, recuerdan a la del Cine Fantasio, donde «decían los inquilinos que escuchaban movimientos de muebles, e incluso algunos se los encontraban cambiados de lugar».
Noches de adrenalina que no resiste cualquiera. Sin embargo, Antonio Miranda asegura «temer más a los vivos que a los fantasmas». Dice haber visto, en la noche de Todos los Santos, cuando él trabaja en su puesto de flores, una especie de vapor blanco. «Era como una niña vestida de blanco, de comunión, y jugaba en una de las calles del mercado». A este comerciante, los espectros no le asustan. Por ello, se queda impasible ante estos fenómenos, y cualquier figura no humana que pueda ver en la noche la contempla con serenidad. ¿Realidad o sugestión? Pasar una noche en el mercado es la condición para obtener la respuesta. ¿Quién se atreve?


El origen del Castillo de San Jorge es desconocido, aunque se supone fueron los visigodos sus primeros pobladores, siendo erigido para defender a la escasa población de los ataques de Leovigildo.

En 1.171, Abu Yacub Yusuf, rey de Sevilla, mandó construir el puente de barcas amarrando las gruesas cadenas a los muros del castillo. Durante casi siete siglos fue la única comunicación de Sevilla con Triana, el Aljarafe y la Sierra Norte.
Plano de Sevilla, en el que puede observar el puente de barcas y el Castillo de San Jorge.
Ambrosio Brambilla, 1.585. Biblioteca Nacional de España.
Las primeras noticias escritas sobre el castillo datan de 1.178, cuando el infante don Sancho, hizo una acometida contra los moros de Sevilla, atacando el Castillo de Triana. Formalizado el cerco a Sevilla por el rey San Fernando en 1.247 se sucedieron los ataques al castillo aún ocupado por los moros, pasando a poder cristiano en 1.248.

En el siglo XV, los años y el estado civil de la monarquía dejaron obsoletas las fortalezas como el Castillo de Triana, cuyo cuidado se abandonó, siendo habitado por distintas familias, que mantenían el culto a la iglesia de San Jorge. En 1.481 fue ocupado por el Tribunal de la Santa Inquisición. 
Escudo de la Inquisición española. 
A ambos lados de la cruz, la espada simboliza el trato a los herejes
 y la rama de olivo la reconciliación con los arrepentidos. 
Rodea el escudo la leyenda «EXURGE DOMINE ET JUDICA CAUSAM TUAM. PSALM. 73»
que en latín significa Álzate, oh Dios, a defender tu causa. Salmo 73.
La Inquisición, contrariamente a los que muchos piensan, no tiene origen español. Fue creada por medio de la bula papal Ad abolendam, emitida a finales del siglo XII por el papa Lucio III como un instrumento para combatir la herejía cátara en el sur de Francia (con gran protagonismo nuestro santo Domingo de Guzmán). Existieron Tribunales de la Inquisición Pontificia en varios reinos cristianos europeos durante la Edad Media, siendo los más activos los del norte de Italia y sur de Francia.
Santo Domingo presidiendo un auto de fe contra los albigenses.
Pedro Berruguete, 1.475.
La Inquisición española o Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición fue una institución fundada en 1.478 por los Reyes Católicos, primero en Aragón y luego en Castilla, para mantener la ortodoxia católica en sus reinos, o al menos ésa era la excusa. Muchos veían en la Inquisición una manera de arrebatar a los judíos sus bienes o también una forma de controlar a los nobles, que en ciertas zonas fronterizas campaban a sus anchas. En Sevilla era el caso de los Guzmanes y los Ponce de León, que durante décadas se combatieron activamente.  De cualquier manera, sirvió para mantener la unidad política y religiosa del país, así como para financiarse en la guerra contra el infiel.

Autores como Juan Gil, sostienen la Inquisición acaba convirtiéndose en "un arma de la xenofobia". "Cuando apenas quedan conversos judíos y luteranos, se dirige contra los moriscos portugueses que residían en Sevilla y contra el que fuera". Sin ir más lejos, Santa Teresa de Jesús, San Juan de Ávila o Fray Luis de León fueron juzgados en su momento por la Inquisición y, si bien lograron burlar a la hoguera, no pudieron impedir que sus escritos fueran severamente censurados por los afanosos inquisidores. Alternando diferentes etapas de elevada actividad con otras de acusado ostracismo, el Tribunal del Santo Oficio no se abolió definitivamente hasta 1.834, durante el reinado de Isabel II.
Santa Teresa de Jesús.
San Juan de Ávila.
Fray Luis de León.
Sevilla ocupa un lugar destacado en la historia de la Inquisición Española. Aquí fue creado en 1.480 (dos años después de la fundación de la institución) el primer Tribunal de la Inquisición, el cual desarrolló tal eficacia en sus primeros cincuenta años que tuvieron que bajar el ritmo porque no había cárceles ni dineros para mantener a los presos. Cada año tenían lugar decenas de miles de procesos y se quemaban en la hoguera miles de condenados. Las ejecuciones se llevaban a cabo en el quemadero de San Diego, en los terrenos de la actual Tablada, que fue utilizado por última vez en 1.781.
Iglesia de la Magdalena, antiguo convento dominico de San Pablo
el Real, primera sede de la Inquisición en Sevilla.
Pero no sólo se quemaron judíos; hay constancia de la quema de clérigos y frailes, dándose el caso de quemar de manera póstuma, aquellos condenados muertos con anterioridad al juicio (a veces con muchos años de anterioridad), desenterrando sus huesos de los cementerios de la ciudad, por aquel entonces en la Trinidad, San Agustín y San Bernardo, para ser quemados y, por supuesto, desposeídos de sus propiedades. La Inquisición no solamente castigaba a los infractores, sino también a sus descendientes, que podían tardar siglos en borrar esa “mancha” del historial familiar.

Los primeros presos de la Inquisición sevillana fueron “alojados” en lo que fue el convento de San Pablo el Real de los dominicos, actual iglesia de la Magdalena, que aún conserva en sus muros el fresco pintado por Lucas Valdés “El suplicio de Diego Duro”; en él se representa un auto de fe y a un hereje conducido al quemadero que es identificado tradicionalmente con Diego López Duro, mercader de Osuna.
El suplicio de Diego Duro. Lucás Valdés, hacia 1.705.
Fruto de la eficiencia del  Tribunal, estas iniciales instalaciones pronto resultan escasas, por lo que siendo Inquisidor General de España don Fernando Valdés, cardenal arzobispo de Sevilla, manda su traslado al Castillo de San Jorge, en el arrabal de Triana, que había sido edificado sobre los restos de una antigua fortaleza árabe, y que contaba con 26 cárceles dotadas de todas las “comodidades” propias de la institución, incluida la Iglesia de San Jorge, primitiva parroquia de Triana.

La Inquisición realizaba sus autos de fe, primero las gradas de la Catedral, y más tarde la Plaza de San Francisco aunque, cuando se necesitaba más “intimidad”, se usaban las iglesias de Santa Ana y San Marcos, además del convento de San Pablo.

Más de 120 años después del comienzo de la Inquisición en Sevilla era Inquisidor General Fernando Niño de Guevara, personaje caracterizado por su intransigencia: durante su cargo mando ejecutar a más de dos mil personas, teniendo que renunciar por orden del Rey en 1.602, debido a las múltiples quejas. Un año antes, había sido nombrado Cardenal de Sevilla, donde ejerció el cargo hasta su muerte. Una fecha clave en su historia hispalense, fue el Sínodo de 1.604, en el cual el Cardenal, en un alarde de soberbia, obligó a las Cofradías de Sevilla a pasar por el Palacio Arzobispal, lo que se considera el origen de lo que hoy en día es la Carrera Oficial a la Santa Iglesia Catedral en Semana Santa.
Fernando Niño de Guevara, Inquisidor General y Cardenal de Sevilla.
El Tribunal ocupó el Castillo de San Jorge hasta 1.626, en el que muy deteriorado por las fuertes arriadas hubo de abandonarlo. En 1.627 fue concedido al Conde Duque de Olivares para cuidar de su reparación y evitar el fraude de mercaderías que se realizaban en su puerta. Hacia 1.639, ya reparadas las ruinas, volvió a ocuparlo la Inquisición hasta su traslado definitivo en 1.785, debido a lo insostenible de su estado dada su antigüedad y afectación ante las continuas inundaciones.
Vista de las instalaciones del Castillo desde el Puente de Triana.
Tras la marcha del Tribunal, se legó el castillo a la ciudad con tributo perpetuo por parte de la Real Hacienda, para su derribo, con el fin de comunicar el Altozano con la calle Castilla, quedando un solar en el que se construyeron viviendas y el Mercado de Abastos de Triana.
Sala Sensorial.
Consta de tres espacios, con sus correspondientes proyecciones:
el juicio de valor, el abuso de poder y las víctimas.
Sepultado bajo el Mercado permaneció, hasta que las obras de rehabilitación de éste permitieron descubrir los restos que se hallaban bajo tierra: la casa del portero, las cuadras, las casas del nuncio y el notario, la cocina, la bodega, la casa del Primer Inquisidor o la de los Familiares.
Tras la Sala Sensorial, accedemos a la barbacana bajando un tramo de escalera.
Barbacana del Castillo de San Jorge.
Restos encontrados, expuestos en la barbacana.
Maqueta del Castillo de San Jorge.
Más restos de la barbacana.
Vista del río, desde la barbacana.
Otro rincón de la barbacana.
Concluidas las obras del Mercado, se inició la recuperación del Castillo y su exposición en forma de museo. Ocho años y 2,5 millones de euros más tarde,  en diciembre de 2.009, se inauguró este espacio olvidado por (casi) todos.

Dotado de las técnicas museísticas más modernas, el edificio consta de varias salas y espacios expositivos que proponen un recorrido histórico por la que fue sede del Tribunal de la Santa Inquisición entre los siglos XV y XVIII. En concreto, el Castillo, con 1.400 metros cuadrados de exposición divididas en dos plantas, cuenta con seis partes diferenciadas donde se pueden encontrar, entre otras, una sala sensorial, una pasarela interpretativa, una galería de personajes o un muro de la reflexión.

El Castillo de San Jorge poca guía necesita. Ya el personal del mostrador de entrada se muestra encantador, explicándonos de forma general lo que nos vamos a encontrar y lo que significó en su tiempo, además de entregar documentación orientativa. El recorrido no admite pérdida, pues no hay bifurcaciones ni desvíos, por lo que tan sólo nos tenemos que dedicar a admirar la exposición. Exposición por la que se debe felicitar al equipo encargado de la musealización, pues de una cantidad relativamente pequeña de restos han logrado colocarlos y complementarlos mediante paneles explicativos y proyecciones de tal forma que la visita  se puede decir que "me llenó". Las audioguías, además, (amén del acceso), son totalmente gratuitas, lo que supone un tanto más a favor.
Pasarela interpretativa. La cuadra.Los inquisidores se desplazaban en mulas que se mantenían en esta cuadra, con acceso desde la calle. Dispone de cinco amarres y un pozo con su pilón para dar de beber a las bestias.
Pasarela interpretativa. La casa del portero.
El portero y su mujer ejercían las labores de vigilancia y servicio. Es una casa popular típica andaluza de pequeño patio central, escalera exterior, leñera, despensa y una cocina en la planta baja, con el dormitorio en la planta alta. Los porteros eran oficiales menores de la Inquisición, como también lo eran los despenseros, médicos, capellanes,etc.
Pasarela interpretativa. Las casas del Nuncio y del Notario.
Casas adosadas del Nuncio Papal y del Notario del Secreto, encargado de redactar los documentos del proceso. Son típicas casas de patio andaluz con escalera y doble altura y vistas al interior de la ciudadela y al río.
Pasarela interpretativa. La cocina.
La cocina y el pozo se sitúan dentro del área de servicio del Inquisidor e inmediatas a un patio y a un espacioso salón que oficiaba de comedor. Los fogones se alimentaban con carbón vegetal, cuya combustión se avivaba con soplillos, un modo tradicional que se ha conservado hasta mediados del siglo XX.
Fogones de la cocina.
Pasarela interpretativa. Cuartos de los Familiares.
Los Familiares, servidores laicos del Santo Oficio, eran una especie de policía cuya misión consistía en interponer las denuncias o detener a los herejes. Las familiaturas fueron codiciosamente apetecidas, incorporándose a ellas gentes de todos los estratos sociales, en especial de la nobleza. Al igual que los oficiales inquisidores, podían portar armas y sólo podían ser juzgados por la Inquisición.
Pasillo interior del Castillo de San Jorge.
Pasarela interpretativa. Las cárceles.
Detrás de este muro se encontraban las cárceles "bajas" de la muralla oeste, junto a la actual calle San Jorge. Eran pequeñas y oscuras, aunque disponían de un pequeño jardincillo. La ciudadela del Castillo de San Jorge contuvo entre 26 y 30 cárceles, llamadas "secretas", destruidas en la construcción del mercado en 1.820. Las llamadas "bajas" formaban agrupaciones adosadas a las murallas. Había también doce cárceles "altas" en las torres, entre las que se encontraba la llamada "cámara del tormento", en la torre de San Jerónimo, que daba a la actual Plaza del Callao.
Pasarela interpretativa. La Capilla de San Jorge.
La capilla del castillo fue utilizada principalmente por los inquisidores, tanto para oficiar misa como para escucharla desde una tribuna. El pueblo también podía asistir a los oficios. Conservó la advocación de la primitiva parroquia de Triana y posterior ermita, ubicada en este castillo. La dedicación a San Jorge fue mantenida porque este santo luchó contra el dragón, encarnación del Diablo. Se conservan restos del pórtico exterior, parte de la nave con la base del altar y la sacristía.
Otra imagen de los restos de la Capilla.
Pasarela interpretativa. La casa del Primer Inquisidor.
Era la de mayor, de patio con galería, doble altura, amplios salones y torre mirador. Disponían también de cuadras, bodegas y de un área de servicio con personal y cocina propios, despensa, pozo, etc. Junto con los Fiscales, Contadores y Receptores constituían el grupo de Oficiales Mayores.
Pasarela interpretativa. La Bodega.
Las casas principales disponían de bodegas o fresqueras, que mantenían unas condiciones estables de  humedad, temperatura y luminosidad. En ellas se conservaban alimentos (chacinas, queso) y vino. Consta que esta bodega fue usada también para dormir fresco en las noches de verano de calor extremo.
Muro de la Reflexión.
Un teatro multimedia en el que se nos narra la historia de Marcela, víctima del Santo Oficio,  una Galería de catorce personajes de relevancia en la historia de la Inquisición y este Muro de la Reflexión, que nos lleva a comparar la Declaración Universal de los Derechos Humanos con lo sufrido por las víctimas del Tribunal, completan el recorrido por este Castillo de San Jorge, con salida final al mismísimo Mercado de Triana.
Muro exterior del Castillo de San Jorge, desde dentro.
Detalle del mismo muro.
Nuevo detalle.
No sé lo que ha costado en su totalidad la excavación y rehabilitación de estos restos, pero viendo en las pamplinas que muchos de nuestros dirigentes locales gastan el dinero a espuertas (y que conste que aquí nadie ha hablado de las setas de la Encarnación, ni del Estadio Olímpico, ni de las catenarias de pon y quita), bien invertido está, que les ha quedado estupendo y no deja de ser historia de nuestra ciudad.
Callejón de la Inquisición.
Hasta hace poco, el único resto visible del Castillo de San Jorge.


FUENTE: LEYENDAS DE SEVILLA