En 1875, Benjamín Disraeli, primer ministro conservador, compró para la Gran Bretaña las acciones de la Compañía del Canal de Suez que poseía el Jedive de Egipto, declarado en quiebra. Esta brillante operación aseguraba la comunicaciones de Gran Bretaña con su Imperio, pero trajo también problemas con Egipto.
En 1881, el coronel Arabi Pachá condujo una revuelta contra la dominación europea, se apoderó de Alejandría y fortificó la ciudad.
(Kitchener dirigiendo las operaciones, su negativa a utilizar un comandante de estado mayor le perjudicó como comandante de campaña, pero sus preparativos para la batalla resultaron decisivos)
El liberal William Gladstone, entonces primer ministro envió un ejército para restablecer el orden en Egipto que destruyó el 13 de septiembre de 1882 al ejército de Arabi Pachá en Tel –el-Kebir. Pero surgieron otros problemas, los derviches del Sudán, conducidos por el Mahdi, un musulmán fanático, se sublevaron y ocuparon la mayor parte del país. Los británicos debían reconquistar el Sudán o abandonarlo.
El general Gordon, cristiano ferviente, que había trabajado duro para suprimir la esclavitud en el Sudán, llegó a Jartum en febrero de 1884 para supervisar la retirada de los británicos. Pero pronto le convencieron que sería escandaloso abandonar a los sudaneses en manos del Mahdi, entonces pidió refuerzos a Londres para detener el avance derviche, pero Gladstone, reticente en involucrarse en una guerra colonial, le dio largas. Aunque más tarde cedió a la presión de la opinión pública y envió un cuerpo expedicionario británico, pero éste llegó a Jartum dos días después que el Mahdi lo hubiera conquistado y hubiera asesinado a lanzazos a Gordon en las escaleras del palacio gubernamental. Muchos británicos consideraron entonces a Gladstone como un homicida.
El Mahdi murió poco tiempo después, pero su sucesor el califa Abdullah al Taashi, tan sanguinario como él, no cesó de provocar a los anglo-egipcios, desde la frontera sudanesa, durante un década Vengar la muerte de Gordon fue una causa popular en la Gran Bretaña , pero no el motivo de la reconquista de 1896-1898. Lord Salisbury , primer ministro conservador, ordenó una diversión para ayudar a los italianos , derrotados por Abisinia en Adua a principios de 1896, y para impedir cualquier alianza entre Abisinia, el califa y Francia . Sin embargo, el éxito del avance egipcio por el sur siguiendo el Nilo hacia Dongola demostró la voluntad de las tropas nativas de luchar contra los musulmanes , y Londres recibió noticias de una expedición militar francesa que se dirigía al valle del Alto Nilo.
La Expedición
Salisbury y Cromer decidieron que las fuerzas mandadas por el general de división Herbert Kitchener, sirdar (comandante) del ejército egipcio , debían tomar Omdurmán, capital derviche y garantizar el control de todo el valle del Nilo. La expedición contó con recursos y refuerzo británicos, aunque continuó siendo egipcia( y en torno de dos tercios de dinero y hombres vinieron de Egipto). Y además contaba con excelentes batallones reclutados entre los nativos del Sudán, que odiaban a los derviches. Como comandante de tropa en servicio, Kitchener carecía de experiencia, pero era un oficial de talento, dotado para la organización y la administración. Se podía derrotar al enemigo en su terreno,¿ Cómo lograrlo en pleno desierto y lejos de las líneas de aprovisionamiento?. El Nilo aportó algunas soluciones a este problema, las tropas y el material se transportarían con facilidad, en barco, hasta la primera catarata de Quadi Halfa, a 800 kilómetros al sur de El Cairo. Pero a partir de allí el río se dirigía al oeste y se alejaba por tanto de Jartum.
(Sir Herbert Kitchener, 1850-1916, era el general más joven del ejército británico. Arrogante con sus subordinados y adulador con sus superiores, era un hombre muy seguro de sí mismo, leal. Aunque no llegó a ser un gran táctico, resulto una elección excelente para la campaña del Sudán.)
Entonces Kitchener decidió construir una línea férrea. Esto en principio fue rechazado por irrealizable, pero no contaron con la voluntad del sidar. Esta línea fue construida por los indígenas, bajo la dirección de un especialista, el canadiense francófono Edouard Girouard, la cual avanzó a un asombroso ritmo de 2 kilómetros por día. Al terminar el año 1897 la línea llegaba a la confluencia del Nilo y de Atbara, y solo se requerían seis horas para llevar a Ouadi Halfa, hombres, caballos y material.
La línea garantizo el flujo constante de provisiones, refuerzos y secciones prefabricadas de los buques de vapor que otorgaron a Kitchener el control absoluto del Nilo y de sus orillas, a que la crecida estacional del río permitían cruzar las cataratas. Mientras el gruesos del ejército egipcio y una brigada británica llegaban a Atbara, el califa envió al emir Mahmoud con 16.000 hombres a hostigar a los invasores. Este jefe derviche permanecía con su ejército a 320 km. al sur, a la orilla del Nilo opuesta a Jartum. En Atbara, el 8 de abril de 1898, Mahmoud instaló su campamento a pocos kilómetros de la base anglo-egipcia. Kitchener al poco tiempo desencadenó un violento bombardeo, seguido de un ataque de la infantería. Los derviches se enfurecieron, pero dejaron sobre el campo millares de muertos, heridos y 400 prisioneros entre ellos el propio Mahmoud., posteriormente los derviches no ofrecieron apenas resistencia cuando el ejército anglo-egipcio avanzaba por el río. El califa se lo jugó todo a una carta en una gran batalla librada frente a su capital. Asegurada la cabeza de puente, Kitchener se proveyó de reservas ara tres meses e hizo venir refuerzos y cañoneras para dominar el Nilo , entre Atbara y Jartum.
LA BATALLA
Los invasores llegaron a las llanuras que se extienden ante Omdurmán , en la orilla oeste del Nilo, el 1 de septiembre. Este ejército disponía de 25.000 hombres, de una batería de ametralladoras Maxim, de 46 piezas artilleras y de 10 cañoneras bien equipadas. Los “amistosos “ nativos aseguraron la orilla este ; la artillería y los cañoneros bombardearon la ciudad y sus defensas. Un gran ejército derviche (50.000 hombres) ocupó el campo y Kitchener decidió proteger a sus fuerzas por la noche con un gran campamento semicircular que daba al río, junto a las embarcaciones , con una zariba (muralla de espinos) en el lado del desierto. Un ataque nocturno habría reducido la ventaja de la potencia de fuego aliada y habría proporcionado a los derviches su mejor oportunidad de romper la zariba , pero la batalla comenzó con las primeras luces del alba.
(Desarrollo de la batalla, antes y después que los británicos salieran de la zariba)
(Una batería de ametralladoras Maxim emplazada antes de la batalla. Éstas contrariamente a las de manivela de los años 1870 , eran totalmente automáticas.)
Se produjo en dos fases : En la primera, las fuerzas principales de Kitchener protagonizaron un enfrentamiento defensivo desde el interior de la zariba, la línea formaba un ángulo obtuso, el orden de las brigadas y batallones , formando desde la izquierda, Lyttelton con la 2ª británica(Brigada del Rifle, Fusiliers Lancashire, Northumberland Fusiliers y Granaderos de la Guardia) ,Wauchope con la 1ª británica(Warwicks, Seaforths, Camerons y Lincolns) ,Maxwell con la 2ª egipcia( 12, 13 y 14ª sudanesas y 8ª en apoyo de los egipcios) Aquí llegó el punto del ángulo, a la derecha Macdonald con la 1ª egipcia( 9, 10 y 11ª sudanesas y la 2ª egipcia), Lewis con la 3ª egipcia(3ª, 4ª, 7ª y 15ª egipcias) en columna sobre el flanco derecho, Collison con la 4ª Brigada egipcia (1ª, 5ª, 17ª y 18ª egipcias) estaba en reserva en el pueblo y en el extremo izquierdo la 32ª Batería de Campo, la caballería de Broadwood a la derecha, con los Kerreri Hills y los cuerpos de camellos egipcios y a la izquierda en 21º de Lanceros.
En la segunda, salieron y avanzaron sobre Omdurmán y cortaron la retirada de los derviches ( a Kitchener le ponía especialmente nervioso la idea de luchar en las calles de una ciudad hostil).
(El árido terreno de los alrededores de Omduman ofrecía pocos recursos naturales aptos para establecer una posición defensiva. Los británicos estaban obligados a proteger sus campos con la zereba, espeso seto de matorral de espino. Esto matorrales eran muy abundantes en el desierto y permitían construir una temible barrera que podía ser de gran tamaño )
La primera fase estuvo dominada por la potencia de fuego anglo-egipcia cuando la infantería enemiga cargó contra todo el perímetro de la llanura. La artillería de Kitchener, 80 piezas( incluidas las de los cañoneros) , inició el fuego, a las 4,30 horas de la mañana, con metralla a 2.750 metros, las ametralladoras Maxim a 1.650 metros y los fusiles de la infantería, los nuevos Lee-Metford, que enviaron una lluvia de balas dumdum (estas balas que explosionaban al hacer impacto,, las cuales causaban terribles heridas internas y fueron prohibidas en 1901-1902, por la Convención de Ginebra) a 1.370 metros. (1)
Los batallones egipcios contaban con el fusil Martini-Henri, los ingleses con el fusil Lee-Metford de repetición sin humo. Los derviches estaban armados con lanzas y algunos fusiles Remington y Martini-Henri de un solo tiro, apenas tenían artillería, carecían de cañones y aunque poseían un valor fanático, no pudieron resistir el fuego devastador de los británicos. Pocos derviches sobrevivieron dentro de los 270 metros del perímetro, y ninguno llegó al mismo. Churchill, testigo ocular, declaró que la matanza fue “ una simple cuestión de maquinaría “. El único contratiempo de los aliados fue que la caballería y los cuerpos de camellos , situados fuera de la zariba , hacia Kerreri Hills, fueron conducidos más al norte por la caballería derviche, pero la intervención de los cañoneros los salvó del desastre.
A las 8,30 horas de la mañana , los derviches estaban derrotados La aniquilación de las cargas derviches convenció a Kitchener a salir del perímetro y avanzar sobre Omdurmán a fin de cortar la retirada a los enemigos que quedaban. En esta segunda fase, sus fuerzas tuvieron más pérdidas y se enfrentaron a serios contratiempos; además, se encontraban demasiado lejos para recibir el apoyo de los cañoneros. Kitchener subestimó las reservas del califa , a la espera tras las montañas . La carga de los lanceros del escuadrón XXI , a pesar de los éxitos , resultó innecesaria y cara ; diversas bajas entre hombres y caballos dejaron la unidad inservible para su cometido. Así lo contaba el mismo Winston Churchill, en un articulo enviado al Morning Post de Londres el cual reseño a continuación : “ Muy cerca, alrededor de 200 derviches estaban agachados en cuclillas en un barranco: Era evidente que la caballería tenía que desalojarlos y a continuación proseguir su avance contra los elementos mas importantes que se hallaban detrás. Con el fin de rodearlos, los escuadrones se dirigían en columna hacia la izquierda y pasaron al trote por delante de su línea. Se les creía armados de lanzas, puesto que se encontraban a menos de 300 metros de ellos y no se había oído ningún disparo. Bruscamente, iniciaron un fuerte tiroteo y nuestro regimiento cargó ordenadamente. La distancia a recorrer no era muy larga, pero no se había cubierto ni la mitad del recorrido, cuando vimos que los tiradores solo eran un puñado comparados con los que se encontraban detrás : en un profundo repliegue del terreno, había una gran multitud de hombres de blanco, casi tan larga como nuestra línea. Esta aparición no hizo más que acelerar el ritmo de nuestra carga, pues cada uno sentía que era preciso el empuje necesario para atravesar esa masa humana.
El escuadrón cayó a galope tendido sobre los derviches. Los tiradores hicieron fuego, valerosamente hasta el fin, se tambalearon en el barranco. Y en la vorágine los jinetes cayeron literalmente sobre las lanzas de los derviches, cuyas cabezas llegaban apenas a la altura de las rodillas de los caballos”.
(Pintura de la carga del 21º de Lanceros en Omdurman)
Churchill participó así en la última carga de la caballería clásica(2). En dos minutos, para conseguir solo 60 derviches muertos y numerosos heridos, el 21º de Lanceros perdió 5 oficiales, 66 soldados y 119 caballos.
El abandono de la formación escalonada estandar ante las prisas por entrar en la ciudad dejó a la 2º Brigada sudanesa, mandada por el coronel Héctor MacDonald, expuesta en el flanco noroeste del avance. Fue atacada por las fuerzas del califa desde el oeste y después por los derviches que regresaban desde el norte . “ Fighting Mac “ realineó a su brigada orientada al oeste y después al norte, mientras todavía era atacada, y respondió a los asaltos hasta verse liberada. Kitchener intentaba situar a su ejército en formación de combate cuando otra masa de unos 20.000 derviches se abatió sobre los batallones de Macdonald . Éste dirigió tranquilamente la maniobra de sus soldados de infantería indígena para hacer frente a los ataques procedentes del norte , del oeste y del sur . Cuando los hombres de Macdonald estuvieron protegidos por el regimiento de Linconlnshire, muchos de ellos habían agotado sus municiones y otros apenas contaban con un puñado de balas. Quedó fuera de duda que la competencia y el valor de Macdonald salvaron a los hombres de Kitchener de un terrible combate cuerpo a cuerpo que habría producido grandes pérdidas en sus hombres e incluso quizás la derrota.
(El teniente coronel Héctor MacDonald, (1853-1903), hijo de labradores, fue un caso excepcional en la Inglaterra victoriana; salido de los suboficiales , ascendió por su valor . Se le promovió a general de división y se le hizo caballero y ayudante de Eduardo VII. La victoria de Omdurman le valió una gran fama en todo el Imperio).
De nuevo, el peso de la potencia de fuego occidental se impuso sobre las cargas masivas de los nativos, en su mayoría lanceros, a pesar de su valentía. Las fuerzas restantes del califa se retiraron del campo de batalla y la marcha aliada sobre Omdurman llegó su fin. La ciudad fue ocupada sin apenas resistencia mientras los derviches que huían seguían arrasando lo que encontraban a su paso. El califa no fue apresado hasta el año siguiente. El Daily Mail dijo que había sido “ una ejecución más que una batalla” El ejército anglo-egipcio había perdido unos 500 hombres por 11.000 muertos y heridos de los derviches.
Impacto
Esta victoria abrumadora marcó el abismo existente entre las armas occidentales y las nativas, y sus respectivas tácticas. Las cargas masivas derviches sólo intensificaron el efecto de la potencia de fuego de los aliados. Esta batalla vino a ser un preludio de lo que ocurriría 16 años más tarde en la Primera Guerra Mundial, se demostró que las cargas frontales de personal en descubierto(ni aún con armas de apoyo, como la historia se encargaría de demostrar) nada pueden contra fuerzas preparadas y dotadas de artillería y armas de tiro rápido , como fueron en este caso las ametralladoras británicas. Esto que puede parecer un contrasentido, no había sido comprendido por los círculos militares oficiales, de hechos los ejércitos seguían batiéndose en campo abierto, prácticamente a horas acordadas y con las tropas avanzando en orden cerrado o casi; en decir en este sentido poco se había avanzado desde la antigüedad.
(Cuatro cruces Victoria se otorgaron en esta batalla. El capitán P.A. Kenna , del 21º de Lanceros, puso al resguardo al teniente Grenfell , bajo un fuego intenso, que había sido desmontado y asaltado por los derviches. Cuando Kenna llegó junto a él comprobó que estaba muerto, pero aun así trajo consigo su cuerpo, siendo merecedor de una de las cruces).
Una vez borrado el imperio de Adua, los europeos habrían pasado a parecer invencibles en África. Desde el punto de vista de la táctica , las consecuencias fueron decisivas para el control británico de todo el valle del Nilo; en enero de 1899 el cónsul general británico y el primer mandatario egipcio firmaron un acuerdo en virtud del cual Sudán fue declarado un condominio anglo-egipcio, cuyo gobernador sería nombrado por el Jedive a instancias del gobierno de Su Majestad.
La fuerza expedicionaria francesa de Marchand , que anteriormente llego a Fashoda, tuvo que enfrentarse a las fuerzas de Kitchener. Después de algunos días de tensión internacional, París aceptó retirarse y ceder el control del valle del Nilo a los británicos. El sueño de una África oriental británica estaba más cerca de ser un hecho. La victoria fue recibida con mucho júbilo en Inglaterra y Kitchener pasó a ser un héroe nacional ( a pesar de algunas criticas de la prensa por el asesinato de los derviches heridos). No obstante las ilusiones sobre lo invencibles que eran las fuerzas británicas en campos de batalla coloniales quedo en entredicho, en parte a la guerra Böer.
(Después de la batalla, los sudaneses se apresuraron a despojar los cadáveres de los derviches, hasta el punto de rematar heridos para mayor comodidad. Algunos soldados británicos participaron en este pillaje bochornoso.)
(1) Fusil Lee-Metford, el primer fusil de repetición del ejército británico, introducido en 1898 , de 7 mm. de calibre , combinaba el sistema de cerrojo y cargador Lee con el estriado del ánima Metford británico. El fusil Martini-Henry, empleado anteriormente en Sudán era un arma sólida, de 11,4 mm. de calibre de uso corriente en algunas unidades británicas. Pesaba 3,9 Kg. y se cargaba cartucho a cartucho por la recámara. Los derviches poseían 15.000 fusiles, de ellos 2.000 Martini-Henry. Pistola Mauser , cuyo primer modelo apareció en 1896, y pronto fue adoptada por varios ejércitos en Europa. Se modificó y se perfeccionó en los dos decenios siguientes. Pesaba 1.10 kg., era del calibre 7.63 mm. y albergaba 10 cartuchos.
(2) Abundando en este tema, la caballería se había lanzado anteriormente a una carga infausta en Balaklava (guerra de Crimea, 1854-1856), que no terminó en desastre para sus jinetes, gracias a que las fuerzas que tenían enfrente carecían de ametralladoras y fusiles de tiro rápido y también porque los tiradores no actuaron con un disciplina de fuego estricta. De lo contrario a estas horas a lo mejor se hubiera truncado la carrera política de Winston Churchill. Se ha de tener en cuenta que los derviches tampoco poseían un jefe clarividente, como en su día lo tuvieron los zulúes , quienes si supieron sacra un buen partido de su superioridad numérica, frente a un ejército organizado y bien pertrechado ,el mismo ejército británico ,en Isanduana, en la montaña Hlobane y Rorke ´s Drift.
(3) Según otras fuentes, 48 muertos y 434 heridos por los anglo-egipcios y 9.700 muertos, 10.000/16.000 heridos y 5.000 prisioneros
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