lunes, 22 de octubre de 2012

ROY CHAPMAN ANDREWS, EL AUTENTICO INDIANA JONES....Post Jo





"En los primeros 15 años de trabajo de campo, puedo recordar una decena de ocasiones en las que escapé de la muerte por los pelos. Dos de ellas atrapado en tifones, una cuando nuestro barco fue atacado por una ballena herida, en otra ocasión mi mujer y yo estuvimos a punto de ser devorados por perros salvajes, en otra estábamos a merced de un grupo de lamas fanáticos, en otro par escuché llamadas de la muerte al caerme de unos acantilados, en otra casi me coge una pitón gigantesca y en otras dos podría haber sido asesinado por bandidos".
Parece una bravuconada de un personaje de una novela de aventuras, pero esta parrafada es un fragmento de la autobiografía del estadounidense Roy Chapman Andrews, un naturalista, aventurero y explorador que acabó cambiando, casi sin querer, el curso de la paleontología. Fue, posiblemente, el último mercenario de la ciencia.

Roy Chapman Andrews (26 de enero de 1884 -  11 de marzo de 1960) fue un explorador, aventurero y naturalista estadounidense conocido principalmente por dirigir una serie de expediciones a través de la fragmentada China de principios del siglo 20 hacia el desierto de Gobi y Mongolia. Esas expediciones lograron importantes descubrimientos y mostraron los primeros fósiles conocidos de huevos de dinosaurios.

Muchos de los encuentros y escapes con la muerte por parte de Andrews han sido reportados, incluyendo incidentes con ballenas, tiburones, pitones y bandidos armados. Fue reportado erróneamente muerto más de una vez. Se dice que se inspiraron en él para crear el personaje de Indiana Jones.


Andrews nació en Beloit, Winsconsin, cuando era niño exploraba los campos, bosques y aguas de los alrededores, mostrando una gran puntería. Aprendió taxidermia por sí mismo y utilizó los recursos de ese hobby para entrar al colegio Beloit.

El 31 de marzo de 1905 Andrews navegaba en el río Rock en malas condiciones cuando su bote se volcó; su amigo Monty White murió en las frías aguas. Después de su graduación el siguiente año, Andrews viajó a Nueva York para buscar trabajo en el American Museum of Natural History. Como no había vacantes toma el puesto de conserje del área de taxidermia y comenzó a conseguir especimenes para el museo. Durante el siguiente año trabajó y estudió simultáneamente consiguiendo un título de maestría en mamiferos de la Universidad de Columbia.


De 1909 a 1910 navegó en el USS Albatross hacia las Indias del este recolectando serpientes y lagartijas y observando mamíferos marinos.

Se casó con Yvette Borup en 1914.

De 1916 a 1917 Andrews y su esposa dirigieron la expedición zoologica asiática a través del sur y oeste de Yunnan así como provincias de China. El libro Camps and trails in China cuenta sus experiencias.

En 1920 Andrews comenzó a planear expediciones a Mongolia y condujo una flota de autos Dodge desde Pekin. Esas expediciones pasaron por muchas inclemencias del camino y del clima, que en esos lugares produce bajas en la temperatura bastantes drásticas en pocos minutos, la fauna del lugar y los constantes ataques de los bandidos tampoco mostraron piedad, incluso llegaron a sufrir tiroteos por parte del ejército del lugar.

Pagado por Colgate

Andrews no tenía un dólar. Así que se fue al despacho del banquero J. P. Morgan Jr. y le enseñó un fajo de mapas del desierto del Gobi que mostraban enormes zonas inexploradas, presumiblemente llenas de fósiles que desvelarían el nacimiento de la humanidad. Según una de sus biografías, El cazador de dragones, apenas 15 minutos de entusiasmo bastaron para que Morgan le ofreciera 50.000 dólares, el equivalente a un millón de los de ahora. 
Tras el banquero cayó el resto de la crema de la sociedad neoyorquina: Colgate, ya dueño de un emporio construido sobre el jabón y la pasta de dientes, y el banquero Thomas W. Lamont, que años más tarde financiaría el partido fascista italiano de Benito Mussolini. En otro encuentro con John D. Rockefeller Jr. consiguió otros 50.000 dólares.
En 1922, Andrews partió hacia Mongolia, en busca del primer ser humano. Llegó al desierto del Gobi sobre un caballo, pistola en ristre y cubierto por un sombrero de boy scout.

El equipo descubrió un fósil de Indricotherium (entonces llamado Baluchitherium ), un rinoceronte gigante sin cuerno, el cual fue enviado al museo, llegando el 19 de diciembre.


Lo más curioso de lo que se llamaron Las expediciones Centroasiáticas del Museo de Historia Natural de Nueva York es lo siguiente: se iniciaron bajo los auspicios del Museo y la insistencia de Henry Fairfield Osborn, un mecenas millonario con un cargo en el Museo y gran admirador de las teorías de Darwin. Le propuso a Roy Chapman una expedición por Asia Central para que encontrara fósiles humanos y así demostrar que Darwin estaba en lo cierto en todo... excepto en que los antepasados de la especie humana provinieran de África. 

Según la teoría de Osborn los grandes mamíferos y el hombre tenían su origen en Asia... Siguiendo esta "loca" teoría el naturalista Roy Chapman Andrews organizó la mayor expedición conocida hasta la fecha (incluidos vehículos de motor y caravanas de camellos). Sus habilidades y buenos contactos entre los magnates estadounidenses implicaron a Morgan, Rockefeller y Colgate, por citar sólo a los más famosos.


Roy Chapman Andrews contempla un fósil de brontoterio en un yacimiento del desierto del Gobi, en 1928. SHACKELFORD/AMERICAN MUSEUM OF NATURAL HISTORY


Lógicamente no se encontró un solo fósil humano que demostrara que el hombre no proviniese de África, ni mucho menos el "eslabón perdido", pero en el desierto del Gobi hallaron el mayor y primer registro fósil de dinosaurios de toda la historia. A veces un error de planteamiento conduce a un éxito, y esta es una de esas ocasiones memorables. Otra curiosidad es que siempre se ha comentado que el personaje de ficción del arqueólogo Indiana Jones se basó en la personalidad de Roy Chapman. 

El 13 de julio de 1923, el equipo fue el primero en el mundo en descubrir huevos de dinosaurio, inicialmente se creía que pertenecían al ceratopsido protoceratops, en 1995 se determinó que pertenecen al theropodo oviraptor. Las expediciones se interrumpieron en 1926 y 1927.

En 1928 la expedición fue detenida por las autoridades chinas pero eventualmente regresó.


La expedición de 1929 fue cancelada. En 1930 se hizo un viaje final y se descubrieron algunos fósiles de mastodonte. Más tarde, ese año Andrews regresó a Estados Unidos y se divorció de su esposa, con la que tuvo dos hijos. Sesenta años después de la expedición inicial de Andrews, el American Museum of Natural History regresó a Mongolia con la invitación de su gobierno para continuar con las exploraciones.


En 1934, Andrews se convirtió en el director del museo. En su libro de 1935 The bussines of exploring, escribió "Yo nací para ser explorador... nunca hubo una decisión que tomar. No pude haber hecho cualquier otra cosa y ser feliz". En 1942 Andrews se retiró a Carmel-by-the-sea, California, donde escribió de su vida y murió en 1960. Fue sepultado en el cementerio de Oakwood en su pueblo natal Beloit.

A la sombra de los Tarbosaurus de Alcobendas, paseaba el heredero de Andrews: Rinchen Barsbold, director del Instituto de Paleontología de la Academia de las Ciencias de Mongolia. Él solo ha encontrado y bautizado en el Gobi una veintena de especies desconocidas de dinosaurios. Su historia no tiene nada que ver con la del estadounidense. Durante años, Barsbold, nacido en Ulán Bator en 1935, publicó sus estudios en ruso, al margen de la comunidad científica. Fue uno de los primeros paleontólogos en demostrar el vínculo entre las aves y los dinosaurios, pero su trabajo no traspasó el telón de acero.


A sus 75 años, Barsbold estaba ayer reivindicativo. "Todos los fósiles sacados de Mongolia en los años 20 deben volver a Mongolia", exigía. Barsbold recuerda una anécdota de Andrews. El estadounidense halló restos de un dinosaurio cerca de un nido repleto de huevos. Bautizó al animal Oviraptor: ladrón de huevos. Sin embargo, en 1990, un equipo de paleontólogos descubrió un fósil de un Oviraptor incubando en un nido. "La especie fue indultada. Andrews se equivocó. Los ovirraptores no eran ladrones de huevos, sino buenos padres", recuerda el mongol. Posiblemente, el único ladrón de huevos en el desierto del Gobi fue el propio Roy Chapman Andrews. 



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