A finales del siglo XVIII, una serie de circunstancias iban a desembocar en que España tratase por fin de colonizar toda la costa norteamericana del Pacífico. Este proceso llevaría a la fundación de un pequeño asentamiento en Nootka (Canadá), lo que desataría una crisis diplomática de gran magnitud que estaría a punto de llevar a España, Inglaterra, Francia e incluso a Rusia a la guerra.
El “peligro” ruso
Antecedentes.
En 1761 el embajador español en San Petersburgo, marqués de Almodavar, remitió un informe sobre los últimos movimientos rusos en la costa norteamericana del Pacífico. De hecho las primeras exploraciones rusas en Alaska databan de 1741, a cargo del danés Bering y el ruso Chirikov. A ellas habían seguido el establecimiento de asentamientos temporales destinados a apoyar la caza y el comercio de pieles. Aunque el embajador afirmaba que no había un peligro inminente para las posesiones españolas en América, lo cierto es que Rusia se había introducido en una zona que España consideraba propia y se temía que las intenciones rusas fueran expandirse hacia al sur hasta llegar a Nueva España.
Nuevos informes en 1764 y 1768, acerca de movimientos rusos de exploración y la posible creación de asentamientos permanentes hicieron aumentar el nivel de preocupación en la corte de Carlos III. Finalmente se ordena al virrey de España, marqués de Croix, tomar medidas para asegurar los intereses españoles.
Mapa de asentamientos rusos en América. En realidad en la década de los 1770-80, sólo tenían asentamientos permanentes en las Aleutianas. No sería hasta 1784 que se instalarían en la isla de Kodiak (Bahía de los Tres Santos), donde serían localizados por los españoles, pocos años más tarde.
Además los rusos no eran el único problema potencial. En un informe de 1768 para el virrey de Nueva España, se recordaba además que franceses e ingleses habían estado intentando hallar el mítico Estrecho de Anián (paso del Noroeste entre el Atlántico y el Pacífico) y que Inglaterra, habiendo conquistado recientemente el Canadá francés, "no repara en gasto, fatiga o diligencia en adelantar sus descubrimientos".
Una vez recibida la luz verde desde España, la primera medida del virrey fue proceder a la ocupación y la colonización de la Alta California. El proceso comenzó formalmente el 16 de julio de 1769 con la fundación de la misión de San Diego de Alcalá. La colonización continuaría pausadamente en los siguientes años haciendo avanzar la frontera novohispana hasta la zona de la bahía de San Francisco.
Mapa de 1670 (Frederik de Witt) que muestra donde se estimaba que estaría el estrecho de Anián que uniría el Pacífico con el Atlántico. La costa norteamericana del Pacífico era una gran desconocida y aún lo seguiría siendo durante un siglo más.(Wikimedia).
Las primeras exploraciones.
Además de ir progresando en la colonización quedaba la cuestión del absoluto desconocimiento de buena parte de la costa al Norte de la Alta California. Difícilmente España podía reclamar soberanía sobre algo que nunca se había molestado en explorar por mucho que desempolvara una bula papal de hacía varios siglos que decía que prácticamente toda América era posesión española. Además si los rusos representaban una amenaza, tal vez sería procedente averiguar “donde demonios estaban” exactamente. Por todo ello el virrey Bucareli (sucesor de Croix) ordenó iniciar una serie de exploraciones.
- 1774. El alférez Juan José Pérez Hernández partió de la base naval de San Blas (México) al mando de la Santiago en enero de 1774. En julio fueron los primeros europeos en avistar la isla Langara en la zona que actualmente se llama islas de la reina Carlota. Se alcanzaron aproximadamente los 54-55º N sin llegar a localizar “okupas” rusos. En el viaje de vuelta se descubrió la bahía de Nootka o Nutka a la que se denominó surgidero de San Lorenzo. Se procedió a comerciar con los amerindios de la zona (Nuu-chah-nulth) sin llegar a desembarcar.
- 1775. Para suplir las carencias de la expedición anterior, se decidió que ahora fueran tres barcos: la fragata Santiago, el paquebote San Carlos (que retornaría a los 3 días por que su comandante “enloqueció”) y la goleta Sonora. La expedición estaba al mando del teniente Bruno de Hezeta y contaba como segundo con el comandante de la expedición anterior:
Pérez Hernández (moriría de escorbuto en la vuelta). Hezeta arribó al actual Point Grenville (47º N), procediendo a desembarcar y tomar posesión. El sitio sería denominado Punta de los Mártires ya que los nativos quinault mataron a 7 españoles. Hezeta era reacio a continuar más al norte; faltaban provisiones, empezaban a surgir enfermedades y el incidente con los amerindios había causado un gran impacto.
Juan Francisco de la Bodega y Quadra, comandante de la Sonora, se ofreció a continuar con la misión sólo con su goleta y llegó a la actual zona de Sitka en Alaska (57º N). Bodega y Quadra realizó numerosas reclamaciones en la zona, incluida la bahía Bucareli (nombrada en honor al virrey). Se exploraría un poco más hacia el norte alcanzando los +59º de latitud antes de regresar. En ésta ocasión tampoco se habían localizado asentamientos rusos, por lo que se llegó a la conclusión de que de momento no había una amenaza seria sobre Nueva España.
Situación de la isla de Nootka en frente de la gran isla de Vancouver (inicialmente se pensaba que formaba parte del continente). La línea blanca es la frontera entre Canadá y EE.UU.
- 1779. Ésta expedición tuvo su origen en el descubrimiento por parte de las autoridades españolas en 1778 de que el inglés Cook como parte de su viaje (iniciado en 1776) iba a explorar la costa norteamericana del Pacífico y a buscar el mencionado estrecho de Anián. Las ordenes de la expedición eran hacer notar a los ingleses la presencia española y recordarles su derecho de soberanía. También se debía tratar de localizar primeros el estrecho de Anián. Además no estaría de más localizar a los esquivos rusos.
La expedición la formaran las fragatas Favorita y Princesa, la 1ª al mando directo del jefe de la expedición Ignacio de Arteaga y la 2ª al mando del veterano Bodega y Quadra. Para cuando en julio alcanzaron Nootka, Cook ya había abandonado la zona. Se decidió seguir más al Norte llegando al actual Port Etches (60º N) que sería denominado Puerto de Santiago. Se reclamó la zona circundante hasta la latitud +61º, que sería el punto más septentrional alcanzado por los españoles (y la base de sus posteriores demandas).Se regresó sin haber conseguido localizar ni a los rusos ni el Paso del Noroeste. A su vuelta se encontraron con que España estaba en guerra con Inglaterra (Guerra de la Independencia Americana) y se cancelaron de momento nuevas expediciones.
Izquierda: Retrato del explorador Bodega y Quadra (nacido en Lima), (Wikimedia).
Derecha: Grabado (de John Weber) de un hogar indio en Nootka correspondiente al viaje de Cook.
- 1788. En 1786 a través de una expedición francesa (Laperouse) las autoridades novohispanas recibieron de nuevo noticias de la presencia de asentamientos rusos al norte y también de mercantes ingleses en busca de pieles (empezaron a llegar en 1785). El virrey Manuel Antonio Flórez Maldonado despachó en 1778 a la Princesa y al San Carlos al mando de Esteban José Martínez. Arribaron a la isla de Kodiak (57º N) donde por fin descubrieron un asentamiento ruso en la Bahía de los Tres Santos (fundando en 1784). Entablaron contacto con los rusos y consiguieron un mapa de sus asentamientos.
Asentamiento ruso en la Bahía de los Tres Santos.
Evidentemente había un problema: España reclamaba hasta los 61º N y descubrieron que Rusia reclamaba hasta los 55º N, sólo que sus asentamientos estaban justo al oeste de la zona que España había explorado previamente. Es más, en 1787 la zarina Catalina II había ordenado organizar una expedición militar para asegurar su dominio de la zona y expulsar a cualquier extranjero, pero el estallido de una guerra con Turquía había obligado a cancelarla.
En su regreso Martínez avistó a mercantes ingleses en la zona. Finalmente al regresar a San Blas recomendó al virrey ocupar la estratégica zona de Nootka.
La crisis de Nootka.
Ocupación e incidente.
En febrero de 1789 Martínez vuelve a zarpar de San Blas rumbo a Nootka con la misión de crear un asentamiento temporal que garantice la soberanía española de la zona. Con él viajan 31 soldados. Al llegar el 5 de Mayo se encuentran con 3 mercantes en el estrecho de Nootka: dos son estadounidenses (de paso) y no son considerados una amenaza pero el 3º (Efigenia Nubiana) aunque de bandera y capitán portugueses despierta las suspicacias ya que toda su tripulación es inglesa; se le ordena partir y no volver nunca más. De hecho el barco pertenecía al inglés Meares que utilizaba a veces la bandera portuguesa para eludir pagar las licencias de la compañía de las Indias Orientales. Preocupado Martínez empezó a construir el asentamiento, incluida una plataforma de artillería.
Tras la partida del Efigenia, apareció el 9 de junio el Northwest America, una balandra (con bandera portuguesa) que habían construido los hombres de Meares en el propio Nootka para agilizar el tráfico de pieles. Martínez decide apoderarse preventivamente de él, mientras se aclara la situación (y como garantía de una deuda contraída por el capitán del Efigenia). Pocos días más tarde arriba desde China otra barco de Meares pero ya con bandera inglesa: el Argonaut; cargado de equipamiento y con 28 trabajadores chinos a bordo con la intención de construir también un asentamiento comercial en Nootka. Martínez y el capitán inglés, James Colnett, discutieron y como quiera que el inglés hizo el gesto de llevarse la mano a la espada, Martínez acabó arrestándoles. Diez días más tarde llegó otro barco ingles (Princess Royal), también de Meares y procedente de China, que es a su vez apresado.
Martínez decidió que tenía que regresar a San Blas para explicar por qué había hecho presas inglesas en tiempo de paz y exponer su convencimiento de que había un complot inglés en marcha para apoderarse de la zona. Lo cierto es que en 1789 se había planeado en Inglaterra mandar un par de barcos de guerra a la zona así como una expedición por tierra desde Montreal en el Canadá, con el objetivo de establecerse firmemente en Nootka para 1791.
Tras tener conocimiento de los incidentes y despachar el oportuno informe a la corte, el virrey procedió a mandar otra expedición (1790) para completar el asentamiento ya iniciado y convertirlo en permanente. De ésta forma vio la luz el presidio de Nootka que se convertiría en la posición española más septentrional de América y el primer asentamiento europeo en la costa oeste de la actual Canadá
El apresamiento de Colnett y el Argonaut, (Wikimedia).
¡Guerra!, ¡Guerra!, ¿Guerra?.
En Inglaterra fue creciendo la indignación por los apresamientos según iban llegando los rumores. Con la llegada de John Meares, en abril de 1790 ya se confirmaron plenamente los sucesos. Se suspendieron los preparativos de la prevista expedición a Nootka, y se pasó a discutir en el Parlamento las medidas a tomar. Inglaterra demandó la devolución de las presas y se exigió: "una satisfacción proporcionada a la injuria hecha a los vasallos del rey de Inglaterra, en donde tienen derechos al ejercicio libre y sin interrupción de navegar, comerciar y pescar y a la posesión de los establecimientos que formen con el consentimiento de los naturales del país en lugares no ocupados por otras naciones europeas."
Se hablaba abiertamente de guerra y tanto España como Inglaterra empezaron a movilizar sus fuerzas por lo que pudiera pasar. Inglaterra movilizó una escuadra de 49 navíos de línea y una segunda con 13; llegando la flota inglesa al mando de lord Howe a realizar un crucero intimidatorio por la costa francesa. Por su parte los españoles movilizaron una flota de 30 navíos al mando del Marques del Socorro.
El gobierno de Carlos IV estaba dispuesto a rechazar las exigencias británicas e ir a la guerra. Por ello España invoca el Pacto de Familia y pide ayuda a la Francia de Luis XVI. El problema es que estamos en 1790 y desde el año anterior el poder en Francia lo ostenta la Asamblea Nacional que estudia el asunto y llega a la conclusión de que el pueblo francés no iba a apoyar una guerra por un territorio perdido en los confines del mundo y que ni siquiera era francés, así que se rompió la alianza alegando que tal guerra supondría ir “contra la libertad y los derechos del hombre”.
Sin la ayuda de Francia, la posición de España era insostenible. Afortunadamente con el paso de los meses la indignación popular en Inglaterra iba remitiendo y se abría la puerta a una solución pacífica. El 28 de octubre de 1790 se firma en Madrid la Convención de Nootka, por la que ambas potencias reconocen que la otra tiene derecho a hacer asentamientos en la zona en disputa y se permitirá el acceso a los asentamientos de la otra. La cuestión de delimitar los derechos concretos y las zonas de asentamiento se dejó para una posterior comisión técnica. La importancia del acuerdo estribaba en que era la 1ª vez que España reconocía a otra potencia el derecho a asentarse en la costa americana del Pacífico que antes reclamaba como toda suya (desde Chile hasta Alaska).
Izquierda: el Teniente General José de Solano (Marqués del Socorro), comandante de la escuadra española movilizada en 1790. (Wikimedia).
Derecha: Navío español de 112 cañones (por Berlinguero). El buque insignia de Solano era uno de estos navíos: el Salvador del Mundo.
El asentamiento de Nootka (1790-1795)
Guarnición.
La dotación del presidio la componían 80 soldados de la primera compañía franca de Voluntarios de Cataluña al mando de Pedro de Alberni. Aunque en origen era una unidad catalana, para entonces los reclutas procedían en su mayoría de Nueva España. El frío clima era totalmente diferente al que estaban acostumbrados en México y algunos soldados sufrirían enfermedades; por lo demás la vida era relativamente pacífica. Se completaron las fortificaciones y se instaló una batería de cañones para controlar el acceso a la bahía.
Alberni se esforzaría por mantener buenas relaciones con los nativos. Gracias a sus esfuerzos se superó un lamentable incidente que había ocurrido al inicio del asentamiento entre Martínez y el cacique Callicum, que había desembocado en el asesinato de éste último. El activo Alberni estudió la lengua de los nativos y además la botánica de la zona.
A partir de 1791 se utilizaría como base naval avanzada para las exploraciones de la costa del Pacífico. Los soldados de la guarnición prestarían apoyo a las expediciones sirviendo en varias como infantes de marina.
El fuerte de San Miguel en Nootka en 1793. (Wikimedia).
Últimas exploraciones.
- 1790. Salvador Fidalgo en el San Carlos visitaría de nuevo la actual zona del fiordo Prince William, haciendo actos de soberanía en la bahía de Cordova y Puerto Valdez. Continuando al oeste, se encontró con un puesto ruso en la desembocadura del río Kenai. Continuó explorando la Alaska “rusa”, visitando varios asentamientos. A su vuelta estimó prudente reafirmar la soberanía española sobre la península de Kenai (60º N, 150º O).
- 1790: Manuel Quimper en el Princesa Real explora parte del estrecho de Juan de Fuca.
- 1791: Francisco de Eliza con el San Carlos y el Santa Saturnina continuó la exploración del estrecho de Juan de Fuca, descubriendo a su vez el vecino estrecho de Georgia.
- 1791: La gran expedición científica del capitán Alejandro Malaspina (acompañado por el capitán José de Bustamante y Guerra), inició su periplo en 1789 a bordo de 2 corbetas de guerra expresamente construidas para la ocasión: Atrevida y Descubierta. En 1791 recalan en Acapulco y reciben instrucciones de buscar el esquivo paso del Noroeste. Malaspina explorará la zona de la bahía de Yakutat (glaciar Malaspina) y del fiordo Prince William, sin encontrar dicho paso.
- 1792: Como quiera que el virrey pretendía que Malaespina colaborara en la exploración del estrecho de Juan de Fuca, éste decidió requisar dos barcos, Sutil y Mexicana, poniendo al mando a dos de sus oficiales para que realizaran el trabajo mientras la expedición principal continuaba el viaje. De ésta manera Dionisio Alcala Galiano y Cayetano Valdesexplorarían la zona, circunnavegando la isla de Vancouver.
La Sutil y la Mexicana (por José Cardero) en 1792. (Wikimedia).
- 1792: Jacinto Caamaño en la fragata Aranzazu se dedicó a explorar áreas que antes se habían pasado por alto, nombrando numerosos lugares aunque como su informe fue tardíamente publicado sólo sobrevivieron algunos que adoptó el inglés Vancouver en sus mapas cuando ambos tuvieron contacto. Éste fue un fallo común de la España de la época que nunca se molestó en difundir internacionalmente sus descubrimientos de una manera adecuada, mientras otros como Inglaterra corrían a publicar cada nuevo resultado de una de sus exploraciones (el que gana es el 1º en darlo a conocer no el 1º en descubrirlo).
- 1793: Francisco de Eliza y Juan Martínez y Zayas explorarían de nuevo la bahía de San Francisco y el estrecho de Juan de Fuca, además de la desembocadura del río Columbia.
Epílogo.
En 1792 se reúne en Nootka la comisión técnica que tiene que dilucidar los limites de las presencias española e inglesa en la zona. Por parte española el representa es el veterano capitán Bodega y Quadra, por parte inglesa el capitán Vancouver. La relación es cordial pero no llegan a un acuerdo por lo que cada uno remite sus conclusiones en un informe por separado a sus respectivos gobiernos. Para 1793 España e Inglaterra son aliadas en guerra contra Francia, por lo que el asunto va perdiendo importancia. En 1794 España acuerda abandonar el presidio de Nootka; los voluntarios catalanes son relevados por una veintena de soldados de la compañía fija de San Blas que se quedan hasta el 23 de marzo de 1795 en el que el presidio es definitivamente desmantelado.
De todas formas los hechos que se van a suceder: participación en las guerras napoleónicas, guerra de independencia, independencia de México.. hacen esfumarse el sueño de extender el imperio español por todo el Pacífico. Por el tratado Adams-Onis de 1819-21, acordado poco antes de la independencia de México, se establecieron los límites transfronterizos entre España y Estados Unidos. Fruto de este acuerdo los derechos españoles sobre la zona de Nootka pasaron a Estados Unidos. Un par de décadas más tarde, Estados Unidos llegaría a un acuerdo fronterizo con Gran Bretaña, quedando Nootka definitivamente del lado del Canadá británico (Tratado de Oregón, 1846).
Las fronteras tras el tratado Adams-Onís. Faltaba por delimitar el tramo de frontera que separaría el Oregón estadounidense y la Columbia británica.
(Wikimedia).
(Wikimedia).
FUENTE: MUNDO HISTORIA
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